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—¿¡Por qué no baja!? ¡Apúrate!

—¡Ah, no me apures, sabes que no puedo! —reclamó TaeHyun apoyando su frente en la espalda desnuda de su esposo, BeomGyu se quejó pasando sus manos por su cara.

—¿¡Quién te mandó a anudar!?

—¡Tú me dijiste que si!

—Tarado... —murmuró soltando un pequeño jadeo por el movimiento leve que hizo el alfa dentro de él, Byeol seguía llorando, en menos intensidad, pero seguía llorando porque ninguno de sus padres aparecía— Me duelen las rodillas... —avisó, llevaba rato apoyado en sus rodillas, con la cadera hacia arriba, y era incómodo, TaeHyun rodeó su cintura con un brazo.

—Baja con cuidado —indicó ayudando a que el omega se acostara por completo en la cama, TaeHyun también quedó sobre él, pero sin aplastarlo. BeomGyu suspiró apoyando su barbilla en sus manos.

—¿Cuándo piensa bajar?

—¡Pregúntale a él! —contestó el alfa moviendo sus caderas levemente, BeomGyu se aguantó un gemido.

—¡Bueno, dile tú que se apresure! Es tuyo, no mío... —refunfuñó jadeando cuando sintió el nudo ensancharse un poco más, volteó a ver a su esposo que tenía un sonrojo en sus mejillas— ¿¡Qué haces!?

—Si te quedaras tranquilo y dejaras de apretar... Puede que baje más rápido —recomendó mordiendo su labio inferior, BeomGyu chistó, cruzando sus brazos para recostar su cabeza allí, cerrando los ojos, sintiendo pequeños besos en sus hombros.

Solo fueron cinco minutos después que ambos estuvieron libres, el nudo había bajado como era debido, ambos se habían dedicado a limpiar los restos de su apasionado encuentro con rapidez, el omega se colocó una playera de su esposo rápidamente antes de ir a la habitación de su bebé.

—Byeol... —apenas el bebé escuchó la voz del omega empezó a llorar más fuerte, dejando de aferrarse a un peluche en forma de fresa que tenía, BeomGyu como pudo, avanzó a la cuna, tanteando un poco para tomar a su bebé con cuidado. No había luz y ya estaba anocheciendo, era muy difícil— Mi bebé, como lo siento, debes tener tanto miedo... —habló el omega abrazando a su bebé a su pecho, rodeándolo con su aroma— Ya estoy aquí, mi bebé... —le habló quedándose de pié en la habitación.

BeomGyu podía caminar sólo por la casa a oscuras sin problemas, lo peor que le puede pasar es tropezar o golpearse con una pared, no le importaba la verdad.

Pero tenía a Byeol en brazos y no se iba a mover a ningún lado sin ver por dónde pasaba.

Alzó la mirada cuando observó una luz, TaeHyun apareció en la entrada de la habitación solo con pantalones deportivos, iluminando con su teléfono.

Solo así, BeomGyu caminó hasta la sala de estar, hablándole a Byeol para que se calmara.

—Fue nuestra culpa, mi bebé, no volverá a pasar... —le prometió al pequeño que solo se aferró a la ropa del omega, sollozante y sin querer moverse de allí por la oscuridad— ¿Escuchaste, TaeHyun? No volverá a pasar.

—Si, si, no me culpes a mi —señaló el alfa iluminando para buscar unas linternas en la cocina, recordaba haber puesto unas allí hace meses— Si alguien me hubiese dicho que no anudara, pudiera haber salido antes y no nos hubiésemos atorado.

—Tarado...

—Tarado tú... —le contestó encendiendo las linternas cuando las encontró, BeomGyu miró a su bebé, estaba más calmado pero no se iba a mover de allí por nada del mundo.

—Te voy a traer ropa interior —avisó el alfa dejando una linterna en la mano del omega que negó con la cabeza.

No había alcanzado a ponerse ropa interior, solamente esa playera ancha y larga, además, quería darse una ducha, sus muslos internos y entrada estaban llenos de sudor, saliva y semen como para ponerse ropa interior.

Another Soft Story || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora