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Kang Byeol 5 meses.










Llegar a casa y escuchar una carcajada de Byeol seguido de la risa de su omega lo hizo sentir cálido, además de sentir una emoción que aceleró su corazón.

Byeol estaba sentado en el tapete de juegos, apoyado con sus manos, BeomGyu estaba en frente de él, mostrándole uno de los tantos juguetes que tenía, éste se trataba de una caja que al presionar un botón, salía un oso, además de entonar una canción infantil corta.

BeomGyu llevaba más de cinco veces mostrando ese mismo juguete a su bebé que no paraba de reír por la misma acción.

—Ah... Habías tardado mucho —comentó mirando a su hijo tomar otro de los peluches alrededor y llevarlo a su boca, aunque no duró mucho ahí en realidad.

BeomGyu volteó y le sonrió a su esposo en cuanto avanzó hasta él, apareciendo en el campo de visión de Byeol.

El peluche fue completamente olvidado, el bebé soltó una risa mirando al alfa, haciendo sonidos de emoción.

—Hola, mi niño hermoso —saludó tomando al niño en brazos para abrazarlo, besando sus mejillas, BeomGyu miró la escena con una sonrisa de alegría y orgullo, Byeol estaba aceptando un poco estar en brazos del alfa por un tiempo, pero la crisis de los cinco meses aún no acababa.

—¿Qué trajiste? —preguntó tomando algunos juguetes para verlos, moviendo su lugar o analizando los colores y todo.

—Traje fruta, carne, cordero, vegetales, cereal, algunas latas de atún que faltaban... También leche y la gaseosa que me pediste, todo lo que faltaba en la despensa en realidad —contestó besando las palmas del bebé cuando este las apoyó en su boca, riendo por el contacto. Había salido exclusivamente a completar la comida que faltaba en la alacena.

Se supone que iban a ir los dos, cómo siempre habían hecho.

Pero TaeHyun prefirió ir sólo.

—Eres tan terco como una mula, llevastes esas bolsas tu solo —regañó mirando a su hijo, TaeHyun soltó una risa— Podríamos ir los dos.

—No soy terco como una mula —negó dejando al bebé sentado en medio de ambos, Byeol se apoyó con sus manos, palmeando el tapete— Pero no te iba a dejar cargar a Byeol y bolsas al mismo tiempo. ¡Y antes de que hables de tu super fuerza! —se adelantó con una risa, BeomGyu rodó los ojos mirando en el tapete uno de los chupetes de su hijo, específicamente el que usaba en casa, Byeol lo había arrojado a un lado. Lo tomó para poder lavarlo— Tienes cólicos y tú sabes y yo sé, que odias salir así, así que, no soy terco como una mula, ¿Verdad, Byeol? —preguntó a su hijo que solo volteó a verlo, dándole una sonrisa de ojos achinados.

El omega aprovechó el momento, Byeol estaba distraído con TaeHyun así que podría lavar el chupete y además, organizar las compras que había hecho su esposo porque era suficiente con que lo había llevado él, tampoco iba a dejar que lo organizara también.

—Ah, hablando de cólicos —recordó el alfa cargando a Byeol en su brazo, el bebé balbuceando y agitando uno de los juguetes de peluche, llevándolo a su boca y demás, totalmente distraído, BeomGyu observó a su esposo con atención mientras sacaba los productos enlatados, organizando todo en los lugares predeterminados. Notó que había una bolsa extra— Te compré pastillas para el dolor, también una de esas compresas para frío y calor, creo que la otra se perdió en la mudanza, ah y-...

—No puede ser —el omega abrió la boca en sorpresa, sacando con emoción el producto de la bolsa, miró la etiqueta, TaeHyun sonrió al ver sus ojos brillar.

Un helado de un kilo y medio de tres sabores, fresa, chocolate y vainilla. Lo que más amaba el omega para esos momentos.

—¿Qué hice para merecer un esposo como tú? —preguntó guardando el helado en el refrigerador, se acercó a su esposo para abrazarlo por el costado contrario a Byeol, besando su barbilla antes de ir a sus labios— Gracias, Tae —agradeció volviendo a besarlo, sintiendo al alfa acunar su mejilla y acariciarla.

Another Soft Story || TaeGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora