❀ DAHLIA ❀
Me había despertado temprano para ordenar un poco mi habitación, hacía ya mes y medio desde que llegué y aún no había tenido tiempo para hacerlo. Cogí el trapo y comencé a pasarlo por el escritorio, quitando el polvo que se había acumulado. En mis ratos libres solía coger mi cuaderno y dibujar, aunque la mayoría de las veces no conseguía plasmar al 100% lo que quería, así que al final los dibujos acababan arrugados en la basura. La papelera casi rebosaba de hojas usadas en la bolsa, por lo que la saqué y la dejé en la puerta.
Estas últimas semanas habían sido de lo más raras, todo era nuevo para mí, y yo era nueva para todos. Había días en los que me sentía a gusto, casi como si estuviera en casa. El grupo ya me consideraba una más, pero yo...
¿Era una más? Sería tan fácil si tan solo pudiera fingir que sí lo era... Pero este no era mi mundo, esta no era mi casa, aunque así la sintiera. El no saber de Liah me atormentaba cada día. No podía irme a dormir sin pensar en cómo estaría, ¿Cómo la estaría tratando papá? ¿Y qué pensarían de mí? ¿Tal vez que me había escapado? De esa cárcel nadie podía escapar.
Acabé calmando mi mal humor mientras limpiaba el alféizar de la ventana. En la segunda planta estaban tapadas por periódicos y papeles varios, pero al menos no estaban tapiadas con madera y podía abrirla para ventilar.
Por suerte desde que Mat y Kendrick se habían marchado no había ocurrido ningún altercado, la nueva jefa al mando era bastante agradable y no nos había mandado ninguna misión difícil. Cada uno seguíamos ocupándonos de nuestras tareas y no nos daba tiempo de inventar ni de hacer cualquier tontería, supongo que tras la fiesta habíamos aprendido la lección.
Al levantar una de las camisetas que se encontraba encima de la cama, esperando ser doblada, vi como algo caía debajo de esta. Me agaché para recogerlo y al fijarme, me di cuenta de que era la foto que estaba buscando. Era una polaroid que habíamos hecho antes de que Mat y Kendrick se marcharan, en esta salíamos todos juntos en el patio frontal de la sede.
✶ Días atrás ✶
—Vale, chicos corred ¡Rápido! —Puse el cronómetro avisando a los demás para que se posicionaran para salir en la foto. Yo me puse en medio de Kassia y Fred, Mat estaba abrazando a Kassia y Fred a Selene. Estos pusieron sus brazos libres alrededor de mi cuello, pegándose a mí.
—¡Rebeldes! —Dijimos todos riendo a la vez que sonó la cámara haciendo la foto.
—Necesito ver esa foto. —Dijo Kassia riendo con los chicos.
—Sí, vi a Fred sacando el dedo y la lengua. —Dijo Mat y al ver la foto comprobé que tenía razón.
En la foto se podía ver a Mat y a Kassia con una gran sonrisa, Mat había levantado dos dedos y estaba sonriendo tanto que se podían ver sus colmillos. Yo estaba sonriendo siendo abrazada por Fred y Kassia, por otro lado, Fred estaba sacando la lengua haciendo una mueca graciosa y en la mano que se encontraba encima de mi hombro se podía ver como había saco el dedo corazón. Por último, Selene tenía una sonrisa de boca cerrada mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Fred, este la tenía abrazada por la cadera y la mano de Selene se encontraba encima de la suya.
Me acerqué a ellos riendo, todos se pusieron a mi alrededor para poder verla y empezar a reír. Fue un gran momento para el grupo, esa tarde todos lo pasamos bien, incluso Selene se unió. Esta foto será un gran recuerdo para todos nosotros.
✶ Actualidad ✶
Sonreí al recordarlo, acariciando con el pulgar el papel. La colgué junto a las demás fotografías en aquel viejo y desgastado corcho. Cuando ya había terminado me dejé caer en la cama, y cansada cerré los ojos, intentando desconectar la cabeza al menos un segundo.
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LAS MURALLAS QUE NOS RODEAN
Ciencia FicciónSinopsis: La vida de Dahlia nunca ha sido fácil... Una familia desestructurada, una carrera indeseada y un futuro que la inquieta. Pero todo cambiaría en una sola noche, cuando al despertar, se da cuenta de que ya no está en casa. Una realidad par...