Capítulo 10

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❀ DAHLIA 

La mañana siguiente fue... Distinta.

La sede estaba llena de gente, pero el ambiente era pesado, de tristeza. Los chicos y yo intentábamos ayudar en todo lo que podíamos, proporcionándoles ropa, haciendo el desayuno para todos... Lamentaba mucho lo que le había pasado a su sede, y me alegraba al menos poder cobijarlos en la nuestra, pero no podía evitar que se sintiera extraño. Ya comenzaba a sentirme en casa, y con la llegada de tantos desconocidos fue como si volviera a estar fuera de lugar, la gente no era mi punto fuerte.

Esa mañana volví a ver a Ellie y Beren, las madres de Alex, ellas me agradecieron de nuevo lo de la habitación, suponía mucho para ellas tener un lugar en el que dormir con Alexis. Me contaron que Grace, la jefa al mando en la ausencia de Kendrick, había preparado una expedición en búsqueda de recursos para los nuevos integrantes. Ellas querían ayudar así que me pidieron cuidar a Alex por el día, a lo que no dudé en aceptar. Alex parecía un buen chico y con la situación que estaban pasando no podría negarme en echarles una mano.

Me despedí de ellas, cogiendo a Alex en brazos, y me dirigí hacia el salón, donde se encontraba el resto del grupo.

—¡Hola! Oye Kassia, hoy me toca cuidar al peque, ¿Te gustaría ayudarme?

—Claro, cuenta conmigo. —Kassia me sonrió, y luego miró a Alex, haciéndole una mueca para hacerlo reír.

—¿Y si vamos a la piscina? Seguro que al niño le encanta el agua ¿A que sí niño? —Sugirió Fred, guiñándole el ojo al niño.

—Se llama Alex, Fred, no le digas niño. —Dijo Kassia, mirándolo con el ceño fruncido.

Todos sabíamos en realidad que el niño solo era una excusa y el que quería ir a la piscina era él, pero quizás era una buena idea para animarlo tras el incidente de la sede, así que acabamos aceptando.

Después de pedirles permiso a Grace y a las madres de Alex, nos pusimos nuestra ropa para el agua y nos encaminamos a la piscina. Fred y los demás me llevaron a la semana siguiente de yo llegar, ahí empecé a conocerlos mejor, fue un buen día.

Observé los coches abandonados por la zona en la que estábamos, parecían cubiertos por la vegetación en su totalidad. Estábamos en una especie de parking exterior o algo así, a lo lejos había un amplio establecimiento, totalmente vacío por lo que me dijeron los chicos. Seguimos caminando, adentrándonos en el bosque hasta que vimos cerca el lago. Selene dijo de asentarnos un poco lejos por si llovía y se desbordaba. Miré el cielo dándome cuenta del mal tiempo que hacía, aún era verano, pero ya mismo el sol sería remplazado por la lluvia y el frio, quedaba menos de un mes para que finalizara.

La piscina estaba cerca del lago, donde había algunas cabañas abandonadas, tal vez eran una especie de resort antes de que llegara la CM. Mat me contó que cuando lo descubrieron la piscina estaba vacía, así que la unieron con unos tubos al lago, manteniéndola así llena de su agua. Era básicamente como bañarte en el lago, solo que en un rectángulo.

Sonreí al llegar, recordando la primera vez que mi padre me llevó a la piscina, estuve tanto tiempo en el agua que cuando llegué a casa caí dormida en segundos. Me encantaba el agua, solía pasar horas nadando mientras imaginaba que era una sirena... Ojalá poder volver a aquel momento.

—Dahlia ¿Traes tú la comida? —Me preguntó Fred desde donde se encontraba. Él estaba haciendo una pequeña hoguera y poniendo sillas alrededor, yo me había ocupado de traer los bocatas y alguna lata ya preparada para Alex.

—SÍ, también tengo la radio. —La levanté para que la viera y él me sonrió asintiendo con la cabeza—. Alex ve con Kassia, ella ya va con Dan al agua.

LAS MURALLAS QUE NOS RODEANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora