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"The shadow of truth is as dense as the lie that precedes it."


La llamada de Darren irrumpió en mi serenidad aparente justo en un momento inoportuno. Mientras la ciudad de Nueva York se extendía en la lejanía, sus luces parpadeantes eran como destellos intermitentes apenas perceptibles en mi periferia. Aunque mi apartamento permanecía en silencio, había en el aire una tensión inusual, como si el entorno mismo hubiera anticipado la revelación que estaba a punto de desplegarse. Las sombras en la habitación parecían cobrar vida, deslizándose más cerca, como si estuvieran ansiosas por absorber cada una de las palabras que Darren estaba a punto de pronunciar.

La voz serena del jefe de operaciones, aunque a través del teléfono, parecía llenar la habitación mientras me comentaba la situación que marcaría un giro entorno a la misión. Las noticias que transmitía eran como un eco lejano, anunciando la decisión de la directora Ballard. Mis sentidos se agudizaron, capturando cada matiz de su mensaje. Otra agente sería asignada a la misión en cuestión. El nombre que siguió resonó en mi mente como un eco: Arrow.

La confusión en mi interior se entrelazó con la incertidumbre. ¿Por qué traer a alguien más a la ecuación? Mi mente se debatía entre la necesidad de respuestas y la sensación abrumadora de que algo estaba fuera de lugar. Mis dedos se tensaron sobre el teléfono, una vaga sensación de injusticia emergiendo dentro de mi.

La intriga y la inquietud se mezclaron en un torbellino en mi interior. La sensación de que había algo más grande en juego, algo que trascendía mi comprensión actual, se volvía cada vez más fuerte. Mis instintos estaban en plena alerta, como si estuvieran tratando de guiarme hacia la verdad que se escondía en las sombras.

La tensión en el aire era palpable, como una tormenta que se avecinaba. Mi mente trabajaba frenéticamente, tratando de encajar las piezas de este rompecabezas desconocido. La incertidumbre y la determinación se mezclaron en una mezcla intoxicante, una mezcla de emociones que amenazaba con desbordar mis sentidos.

La vibración del teléfono cesó mientras colgaba la llamada, dejando en su estela un eco de desconcierto en mi mente. Arrow. Un nombre que se aferraba a mis pensamientos como un enigma que se negaba a ser resuelto. Mis dedos se apoyaron en la superficie del dispositivo, mientras mi mente se sumergía en un torbellino de cuestionamientos.

La oscuridad de la habitación parecía ser un reflejo de la incertidumbre que me abrumaba. Las luces dispersas de la ciudad filtraban a través de la ventana, parpadeando como estrellas distantes en la vastedad de la noche. El silencio era denso, interrumpido solo por el susurro de mis propios pensamientos.

La figura de Darren se mantenía en mi mente, sus palabras resonando como un eco distante. "Seguirás a cargo", repetía, como una promesa destinada a disipar mis dudas. Pero no podía evitar la sensación de que había algo más detrás de todo esto. Algo que no se había revelado.

Arrow se presentó ante mí como una figura enigmática, un rompecabezas incompleto que exigía ser descifrado. ¿Qué propósito serviría su presencia? Cada rincón de mi mente trabajaba febrilmente para hallar respuestas, para desentrañar la trama de secretos que parecía estar tejiéndose a mi alrededor.

Mi mente se sumió en un laberinto de suposiciones y conjeturas. ¿Qué estaba ocurriendo detrás de escena? ¿Cuál era el propósito de este giro inesperado? Mi intuición zumbó como un cable eléctrico, advirtiéndome que había más en juego de lo que podía comprender en ese momento.

Darren insistió en que Arrow sería mi apoyo, una compañera en esta nueva fase de la misión. Intenté asimilar sus palabras, pero la sensación de inquietud persistió. ¿Por qué sentía que Arrow no era simplemente otra agente? Mis pensamientos fueron como hilos enredados, un rompecabezas cuyas piezas aún no encajaban perfectamente. En medio de la incertidumbre, una cosa quedó clara: las respuestas que buscaba estaban fuera de mi alcance, esperando ser descubiertas en los recovecos de la realidad que se desplegaba ante mí.

FLEMINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora