"The devil doesn't come dressed in a red cape and pointy horns. He comes as everything you've ever wished for."
—Oliver, ¿estás bien? He estado preocupada por ti —dije con tono consternado, interpretando el papel que había preparado meticulosamente.
Me encontraba en medio de una tensa espera, rodeada por agentes de la INTERPOL que me observaban con miradas serias y expectantes. La habitación estaba impregnada de un aire de anticipación y nerviosismo. Mi corazón latía con fuerza, una mezcla de emoción y aprensión mientras esperaba el momento crucial que estaba por llegar. No estaba segura si el número de Aleixander seguía siendo el mismo o si lo había cambiado dadas las circunstancias, pero para mi sorpresa, horas después de enviarle un minucioso mensaje preguntándole por su estado, él respondió. Habíamos acordado una hora específica para hablar, y la hora asignada había llegado.
El tiempo parecía transcurrir lentamente, cada segundo se extendía como una eternidad en aquellos momentos de espera. Sabía que me jugaba mucho en esta conversación, pero estaba decidida a mantener la calma y actuar con precisión.
La tensión en el aire era palpable, hasta que, finalmente, el sonido del teléfono rompió el silencio, anunciando la llegada de la esperada llamada. Tomé el teléfono, mostrando una expresión serena y controlada. Sabía que debía actuar con cuidado, aparentando preocupación genuina por Aleixander, aunque en realidad no sintiera ese afecto.
Respondí con voz afligida. Debía mantener mi actuación y hacerle creer que me importaba, que tenía el control de la situación.
—Estoy bien, Hell. No tienes por qué preocuparte —respondió Aleixandre con serenidad, aunque noté cierta cautela en sus palabras.
Continué la actuación, dejando entrever sorpresa y consternación, como si necesitara asegurarme de que él estaba a salvo. Era consciente de que cada palabra y gesto debían ser ejecutados con precisión.
—Ha sido tan difícil no saber de ti durante todo este tiempo...—murmuré entrecortadamente, tratando de que mi actuación sonara lo más creíble posible, transmitiendo vulnerabilidad y apego.
—También ha sido difícil para mí, pero debes entender que las cosas han cambiado —respondió, y pude percibir una leve nota de dolor en su voz.
Era un momento crucial. Sabía que debía persuadirlo, aprovechando cada oportunidad para afianzar mi papel. Hacerle creer que estaba completamente entregada a él. Sin embargo, no podía ser obvia, debía ser sutil y gradual.
—Oliver, te necesito. —dije con voz temblorosa, aparentando vulnerabilidad.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que Aleixander respondiera.
—También te necesito en mi vida, Hell, pero las cosas son complicadas ahora —dijo con cierta vacilación.
Aproveché la oportunidad para plantar una semilla en su mente, una idea que me ayudaría a obtener la información que necesitaba.
—¿Qué hay de Lucian? —pregunté con voz titubeante. —¿Realmente seguirás sus órdenes? ¿Te desharás de mí?
La pregunta pareció sorprenderlo, pero no se negó a responder.
—Lucian sigue siendo un problema, pero estoy tratando de resolver las cosas —dijo, y noté una nota de desesperación en su voz.
Continué la conversación, manipulando cada palabra con habilidad, haciendo que Aleixander se sintiera seguro de que tenía el control sobre mí. Era un acto peligroso, pero era necesario para obtener la información que necesitaba para enfrentar a Constantine Lamarque.
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FLEMING
غموض / إثارةUna mente retorcida y sin remordimientos, sumergida en un mundo turbio y desconcertante, donde los límites morales se desvanecen y la oscuridad se adueña de todo, deleitándose en el caos y la manipulación. Ella no busca redimirse, por el contrario...