"Anyone who creates a monster must sooner or later destroy it, or the monster distroys him."
Donovan Frye, conocido en los bajos mundos por su temible seudónimo de Devil, era el prestigioso luchador contra el que me tocaba pelear esa noche. Su nombre resonaba como un eco oscuro, alimentando las leyendas que afirmaban que aquel que osara pelear con él sería enviado directamente al infierno. Era como si fuera mi contraparte masculina. Muchos aseguraban que nunca había conocido la derrota, pero esto no me inquietaba, ya que al igual que él, yo me mantenía invicta y no tenía intención de arruinar mi racha de victorias esta noche.
La disparidad física era evidente. Frye era una montaña de músculos, el doble de mi tamaño, lo que significaba que mi agilidad sería mi mejor aliada para enfrentarlo. Si quería salir victoriosa, debía estudiar sus tácticas con minuciosidad y aprovechar cualquier oportunidad para contraatacar.
El murmullo de la multitud crecía a medida que se acercaba la hora de la pelea. Los ojos curiosos y expectantes se posaban en mí, mezclados con una pizca de incredulidad por la audacia de enfrentar al temido Devil.
Después de tomar el último sorbo del whiskey que había pedido en la barra apenas unos minutos antes, me dirigí al ring. Allí estaba él, mi adversario, mirándome con aires de suficiencia mientras se pavoneaba entre los espectadores. El ambiente estaba más cargado que nunca, con una multitud ansiosa por presenciar el enfrentamiento entre dos de los mejores luchadores clandestinos de todo Estados Unidos.
Una vez dentro del cuadrilátero, bastó apenas un minuto para que el despreciable individuo que se encontraba frente a mí intentara infligirme temor.
―¿Qué pasa, bonita? ¿Tienes miedo? ―inquirió Donovan con una nota de arrogancia en su voz.
Enarcando una ceja, lo miré fijamente, preguntándome si aquel sujeto realmente sabía con quién estaba hablando. Una carcajada se escapó de mis labios, dejando estupefacto al hombre que se creía invencible frente a mí. El desdén en mi respuesta se reflejaba en mis ojos mientras lo desafiaba sin decir una palabra.
―¿Realmente crees que alguien como tu podría generar un ápice de miedo en mí? ―respondí con indiferencia. Pareció enfurecerse ligeramente, sin embargo retrocedió un poco, expectante al árbitro, quien, pocos minutos después, nos dio la señal para comenzar.
Donovan era un peleador experimentado y hábil. Sus golpes eran rápidos y contundentes, capaces de desequilibrarme en más de una ocasión. Sin embargo, después del primer asalto, logré descubrir una falla en su mecanismo. Al emplear tanta velocidad sacrificaba su agilidad, dejándolo vulnerable en más de una ocasión. Cuanto más rápido lanzaba sus golpes, más descuidado se volvía, y eso me daba la oportunidad perfecta para asestarle un golpe certero y preciso.
Fue así como, en el segundo round, logré noquearlo con un solo golpe directo a su barbilla. La fuerza que había acumulado y la falta de destreza que Donovan había demostrado durante la pelea resultaron en su caída rendida sobre la lona.
La explosión de júbilo en el ambiente era ensordecedora. Los aplausos y los gritos de los espectadores resonaban en mis oídos, envolviéndome en una sinfonía de victoria. Me bajé del ring, sintiéndome triunfante y extasiada por haber asegurado el puesto de número uno.
La multitud me rodeó, elegantes comensales se acercaron para felicitarme y expresar su admiración. Me sentí como una reina, el centro de atención, mientras aceptaba los elogios con gracia y modestia. El orgullo latente en mi interior se expandió, alimentado por los aplausos y las palabras halagadoras que inundaban el ambiente.
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FLEMING
Mystery / ThrillerUna mente retorcida y sin remordimientos, sumergida en un mundo turbio y desconcertante, donde los límites morales se desvanecen y la oscuridad se adueña de todo, deleitándose en el caos y la manipulación. Ella no busca redimirse, por el contrario...