"We've all got both light and dark inside us. What matters is the part we choose to act on."
El viento soplaba afuera, llevando consigo un ligero frío que se colaba por las rendijas de las ventanas de la casa, susurrando su presencia a través de un suave y melodioso murmullo. La penumbra del anochecer se filtraba por los rincones, creando una atmósfera de misterio y expectación en la habitación. La luz mortecina de una lámpara apenas iluminaba el lugar, arrojando sombras danzantes sobre las paredes que parecían susurrar secretos olvidados.
Con paso pausado y delicado, salí del cuarto de baño envuelta en una elegante bata de textura suave, cuidadosamente anudada alrededor de mi figura. En una mano portaba una toalla blanca, impecable y recién lavada, la cual usaba con destreza para secar mi cabello, mientras sus delicados bucles caían suavemente sobre el suave tejido. Los sucesos de la velada habían dejado un rastro agotador en mi ser. Mi cuerpo, rendido por la intensidad de lo vivido, anhelaba entregarse al dulce abrazo del descanso en mi acogedora cama.
Sin embargo, esto me fue impedido al ver a Aemon ingresar a la habitación con pasos sigilosos, llevando en sus manos una pila de documentos. Su sonrisa malévola era un reflejo de la satisfacción que sentía al portar aquellos papeles que al parecer eran tan importantes. Sus ojos brillaban con una mezcla de emoción y perversidad, como si estuviera a punto de revelar un oscuro secreto que cambiaría nuestras vidas para siempre.
Mis ojos se posaron en aquel montón de expedientes sobre la mesa, y mi mente se debatía entre la racionalidad y la curiosidad. Me encontré con la mirada expectante de Aemon, quien me veía con unas ansias que lo hacían parecer un niño pequeño a punto de abrir un regalo emocionante. La duda y la intriga se mezclaban dentro de mí, como si estuviera a punto de cruzar una línea que podría llevarnos a la verdad o sumirnos en un abismo sin retorno.
—¿Qué es todo esto, Aemon? —pregunté con un tono calculadamente tranquilo, aunque mi corazón latía con fuerza en mi pecho, haciendo eco del misterio y la tensión del momento.
Aemon se dejó caer en el sofá frente a mí, desplegando los documentos con una delicadeza casi macabra. Era como si aquellas hojas de papel fueran tesoros prohibidos que desencadenarían un torbellino de caos y revelaciones. Sus movimientos eran precisos y su mirada fija en los documentos, como si pudiera extraer información oculta de cada palabra impresa.
—Esto, mi querida Hell, es el portal hacia los recuerdos más oscuros del Centro Psiquiátrico. Son los expedientes de todos los pacientes, incluidos tú y yo —respondió Aemon con un brillo de perversidad en sus ojos, como si disfrutara el juego peligroso en el que nos habíamos adentrado.
Fruncí el ceño, sintiendo un nudo en el estómago. Aemon había cruzado una línea peligrosa al robar aquellos documentos, y las consecuencias podrían ser catastróficas. La incertidumbre y el temor se entrelazaban dentro de mí, pero también estaba intrigada por lo que podríamos descubrir en aquellos archivos prohibidos.
Una parte de mí sabía que debíamos alejarnos de aquellos documentos, que debíamos ignorar la tentación de sumergirnos en los abismos de nuestro pasado. Pero la curiosidad retorcida que compartía con Aemon me empujaba a adentrarme en aquel viaje inquietante hacia lo desconocido, dispuesta a enfrentar las verdades que podrían cambiarlo todo.
—No creo que sea sensato tener esto en nuestras manos, Aemon. ¿Y si la policía viene tras nosotros? —advertí, tratando de razonar con él, aunque en mi interior, la intriga comenzaba a adueñarse de mis pensamientos y me sentía atraída hacia la revelación de secretos olvidados.
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FLEMING
Mystery / ThrillerUna mente retorcida y sin remordimientos, sumergida en un mundo turbio y desconcertante, donde los límites morales se desvanecen y la oscuridad se adueña de todo, deleitándose en el caos y la manipulación. Ella no busca redimirse, por el contrario...