Un día de la nada desperté en un cuerpo diferente con recuerdos que no me pertenecían, después de caer en una rutina comencé a ver criaturas raras de la nada y fue tal y como lo imaginé pues ahora está en otro mundo y no solo eso, estaba en un mundo...
Capitulo 1: Una nueva vida en el peor mundo posible.
Shibuya 31 de octubre del 2018
Mis piernas no paran de temblar, siento que mi corazón estallara en cualquier momento por latir tan rápido, en verdad porque estoy haciendo ésto?, Acaso no valoró mi propia vida?, Incluso el monstruo frente a mi pareció darse cuenta de lo que estaba pensando ya que incluso comenzó a reír por lo bajo.
- Lo mejor es que salgas de mi camino insecto -. Con esas palabras el comenzó a alejarse como si nisiquiera estuviese ahí.
- No -. Dije de forma inconsciente haciendo que el se detuviese en seco, todo el olor a sangre hacia que mi estómago se revolviera aunque haciendo mi mejor esfuerzo envié mi malestar al fondo de mi mente, ahora lo entiendo yo no estoy haciendo ésto porque me preocupe por los inocentes, a mi me da igual cuántos hayan perecido hace unos minutos, también me da igual de quién sea ese cuerpo, haré esto para desafiarme a mi mismo será la primera vez en mis dos vidas que haré caso a mis instintos más bajos para demostrarme a mí mismo que puedo conseguir cualquier cosa que me proponga, tomando una profunda respiración levanté ambos brazos y con mis manos hice la señal de la rata que tanto había dibujado desde que llegué aquí.
Ese ser asqueroso frío más fuerte e imitando mis acciones hizo una figura con sus manos y con eso ambos hablamos al mismo tiempo - Extención de dominio -.
Aunque el como llegué a este punto sigo sin entenderlo.
Soltando un bostezo me levanté de mi cama y comencé a prepararme para la escuela, ya han pasado algunos meses desde que desperté de la nada en este cuerpo y estoy algo frustrado ya que aún no comprendo cómo es que llegué aquí, acaso morí y reencarne?, Pero entonces porque no reencarne siendo un bebé y en cambio desperté siendo un chico de secundaria. - Aún me sorprende lo rápido que me acostumbré a esta rutina -. Comenté por lo bajo al salir del pequeño departamento en el que ahora vivía, en el momento en el que desperté aquí por primera vez descubrí que había recuerdos que no me pertenecían en mi mente, por ejemplo mi nombre actual Yoshida Arata, también estaba mi situación un chico huérfano cuyos padres murieron hace dos años en un accidente de tránsito, el cual se manteniene gracias a lo poco que sus padres dejaron, ya que debido a su edad no fue enviado a un orfanato, también estaba mi apariencia actual.
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- Bueno al menos en eso tuve suerte -. Dije al momento de mirarme en un cristal, ojos verdes, pelirrojo, pestañas algo largas, no me jodas está es la apariencia de ese tipo de ese anime de fútbol, Itoshi Sae era su nombre, soy idéntico, al principio estaba emocionado pensando que tal vez estaba en algún mundo genial de algún anime pero al buscar cosas referentes a superhéroes o algo similar no encontré ningún resultado así que lo más seguro es que este sea un mundo común y corriente para mí decepción. - Al menos espero poder hacer mejor las cosas aquí -. Susurré por lo bajo mientras viajaba en el metro para ir a mi escuela.
- Yoshida-kun buenos días -. Al entrar en mi salón una chica bastante genérica creo recordar que era Nakamura-san, me saludo, honestamente igual que mi vida anterior no soy de hacer amigos.
