Reencarne en Jujutsu kaisen.

Capitulo 31

Capitulo 31: al borde del abismo.

Pov. narrador.

- Uh, Maki-san, en donde esta Arata? -. En un pasillo del sitio Yuta pudo ver a Maki mirando fijamente la salida así que el chico no pudo evitar preguntar por su amigo al no verlo.

Al escuchar la pregunta Maki solo miro en dirección donde se fue Arata. - Digamos que tuvimos una discusión y el se fue -.

- Espera como que se fue!? -.

Pov. normal.

Mis ojos se abrieron de golpe y me senté en mi cama mientras respiraba con agitación, sentí que estaba cubierto de sudor y mis manos estaban temblando. - Maldita sea, que mierda fue eso? -. Pregunte en voz baja viendo mis manos temblar, el motivo de mi alteración era simple, había tenido una pesadilla, en mi sueño me encontraba nuevamente en Shibuya pero lo que mas me altero fue que en esta ocasión me encontraba en mi cuerpo original, no era capaz de usar energía maldita y por ende mi ritual, de ahí todo fue a peor, fui totalmente masacrado por Sukuna, pero no podía esperar otra cosa, mi ritual había desaparecido y mi condición física estaba en el peor estado posible.

- Lo ves mocoso, tu no tienes nada especial -. Cuando Sukuna me dijo esas palabras fue que desperté completamente alterado.

De forma torpe me levante de la cama y camine directamente al baño para mirar mi reflejo en el espejo, mi rostro estaba sumamente pálido y estaba sudando demasiado y por un breve instante vi el rostro de mi cuerpo original lo que me hizo golpear el espejo con fuerza. - No!!, Yo no soy el, yo no soy ese perdedor, ya no -. Mientras decía esto caí de rodillas, estaba haciendo mi mejor esfuerzo para calmarme, de reojo pude ver que me había cortado la mano al golpear el espejo pero al menos mi ritual inverso ya se estaba haciendo cargo, en cuanto me puse de pie me lave el rostro y vi la hora en un pequeño reloj de la sala. - Solo pude dormir 20 minutos -. Solté un suspiro al ver la hora antes de negar con la cabeza, rápidamente me cambie de ropa e hice un rápido dibujo.

invoque un fruto de chakra y sin pensarlo lo comí, esto mas que nada para obtener una habilidad. - Transformación! -. Con un pequeño puff de humo mi apariencia cambio por completo, al ver mi reflejo en la ventana de mi departamento sentí algo de ironía al ver mi nueva apariencia, si bien me había acostumbrado a que ahora mi apariencia era la de Itoshi Sae sentí que usar ahora la de Itoshi Rin para evitar ser reconocido era bastante irónico, una vez que me asegure que mi transformación era correcta di un leve asentimiento y salí de mi departamento con el objetivo de ver por mi mismo el estado de Japón.

Me hice levemente aun lado y sin cambiar mi expresión use la katana en mi mano para partir a mi objetivo por la mitad el cual estallo en la típica materia morada como todas las maldiciones. - A ver cuanto dura la zona sin maldiciones esta vez -. Susurre mientras me alejaba del parque donde me encontraba, había pasado una semana desde mi liberación y debo decir que la situación de todo el país estaba muy jodida, prácticamente las maldiciones tomaron el control, en gran parte de Kioto pude encontrar maldiciones de categoría 2 y 1 e incluso logre encontrar 2 de categoría especial, pase un rato entretenido limpiando toda la porquería que Kenjaku soltó, por lo menos logre terminar rápido pues debido a mis pesadillas no era capaz de dormir, en este momento mi vida había caído en una especie de rutina la cual consistía en exorcizar maldiciones por el día y meditar por las noches ya que no era capaz de dormir, sentía que había vuelto a lo mismo que en mi vida anterior una rutina monótona en donde no me sentía realmente vivo, ahora mi vida se resumía en dos simples palabras, exorcizar, meditar, exorcizar, meditar, exorcizar, meditar, porque siquiera estoy haciendo esto?, para defender a los débiles?, para proteger a esos simios imbéciles que no paran de insultarme y desear mi muerte?, para auto satisfacción?, para buscar un significado a mi existencia?, no tengo idea, pues si era completamente honesto incluso a pasado por mi mente simplemente destruirlo todo, seria tan fácil, solo haría falta invocar a Aurelion sol y todo terminaría en segundos, podría destruir el país en su totalidad y así acabar tanto con Sukuna como con Kenjaku, si al invocar a ese ser tal vez moriría junto a todo el país pero y que?, no es como si mi existencia tuviese un motivo o algún objetivo, yo no soy mas que el medio de diversión de un ser egoísta. - Yo quiero destruirlo todo -. Susurre solo mirando el suelo mientras caminaba.