Un día de la nada desperté en un cuerpo diferente con recuerdos que no me pertenecían, después de caer en una rutina comencé a ver criaturas raras de la nada y fue tal y como lo imaginé pues ahora está en otro mundo y no solo eso, estaba en un mundo...
- Es increíble Arata-kun aprendes muy rápido a mí me tomo bastante aprender a desplegar el dominio simple -.
- Jajaja vamos no es para tanto -. Respondió el pelirrojo frotando su nuca algo avergonzado. - Además tuve la ayuda de una gran profesora -.
El rostro de Miwa se sonrojo un poco y desvío la mirada. - N no hice nada especial -.
- Vamos, vamos, te subestimas demasiado -. Respondió Arata alegremente mientras palmeaba la cabeza de la peliazul.
- G gracias Arata-kun -. Ambos jóvenes cayeron en un cómodo silencio descansando de su entrenamiento.
- Sabes, aún es raro para mí recibir tantos elogios o que me consideren un genio -. Comento el pelirrojo frotando un poco su nuca.
- Que quieres decir Arata-kun si en verdad eres alguien increíble, a pesar de no conocer nada de hechicería lograste controlar tu energía maldita por ti mismo, descubriste y entendiste tu ritual, lograste exorcizar a un categoría especial, comprendiste el ritual inverso, lograste alcanzar el Blackflash y por si fuera poco con solo unos meses en la escuela alcanzaste la extensión de dominio así que no digas que no eres increíble -. Dijo Miwa mirando al chico con una sonrisa.
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Arata solo pudo mirar la sonrisa de Miwa con algo de sorpresa debido a sus amables palabras y sin que el chico se diera cuenta sus mejillas comenzaron a sonrojarse. - Gracias Kasumi, no sabes lo mucho que quise que alguien se expresará así de mí -. Comento en voz baja el pelirrojo mientras bajaba la mirada al recordar su vida anterior.
La chica al notar el bajo ánimo de Arata, se armó de valor y con suavidad tomo la mano del chico. - Arata-kun, que pasa?, sabes que puedes contar conmigo -.
El chico miro al cielo unos segundos antes de soltar un suspiro. - Lo que quiero decir es que antes de involucrarme en todo este mundo de la hechicería siempre fui considerado como un fracasado, ninguno de mis logros tenían valor para mis padres, siempre criticaron mi forma de ser, siempre fui comparado con mi hermano menor a menudo me decían que porque no podía ser como el, esto solo hizo que mi confianza en mi fuera un asco, es por eso que no los extraño -. Al terminar de hablar Arata miro a su acompañante con una sonrisa triste. - Dime al saber esto, te parezco frío? -.
A diferencia de lo que Arata pensaba Miwa dio una sonrisa antes de hablar. - Claro que no!, es más me alegro que no hicieras caso a lo que te decían porque gracias a eso es que eres quien eres ahora, una persona maravillosa, a quien tuve la suerte de conocer -. Ante está respuesta llena de sinceridad los ojos del pelirrojo se abrieron mucho en estado de shock y rápidamente desvío la mirada para que Miwa no fuera capaz de ver la lágrimas que se habían formado en sus ojos, antes de que la peliazul pudiese preguntar si había dicho algo más Arata entrelazó sus dedos con los de la mano de Miwa que aún sostenía la suya, ante está acción la chica se sonrojo un poco aunque no aparto la mano y sin decir alguna otra palabra ambos jóvenes cayeron en un cómodo silencio sin darse cuenta de la marioneta en forma de araña que los observaba a lo lejos.
