MinHo se pasó una mano por el pelo. Con la punta de la lengua, se relamió los labios, primero por el inferior y luego por el superior, en un intento por volver a sentir el sabor de la boca de JiSung sobre sus labios. Su sabor era exquisito. Lo único que quería hacer en ese momento era entrar a su habitación, tomarlo entre sus brazos y devorarlo en un beso hambriento.
No recordaba la última vez que se había excitado tanto con un beso, pero la boca de Han era simplemente una adicción.
Miró a su alrededor.
Había cajas por todos lados y la sala estaba más vacía de lo que podía recordar la última vez que vino hacia su departamento. Supuso que eran cajas de la mudanza que JiSung le había mencionado. Suspiró y se acostó sobre el sillón, cubriéndose con la manta que él le entregó. De pronto la culpa surgió en su interior. Tal vez se había pasado con besarlo, pero el peliazul hacía que todo fuese al revés. Lo dejaba bastante con qué pensar. Cerrando sus ojos, trató de apartar a Han de sus pensamientos y se dejó caer en un profundo sueño.
Al día siguiente, JiSung se despertó y se levantó al instante recordando que MinHo dormía en su sala. Abrió la puerta de su habitación y salió, pero en vez de encontrárselo durmiendo en el sillón como esperaba, vio un delicioso desayuno servido en la cocina. Huevo con tocino había en un plato, con café servido en una taza y tostadas con manteca. Su boca se abrió en una pequeña "o" y tomó el post-it que se encontraba a un lado.
"Espero que esto recompense por hacerte enfadar, aun así no me arrepiento de besarte. Gracias por dejarme dormir en tu departamento y perdón por husmear en tu cocina. Que tengas un bonito día." —Lee MinHo.
JiSung sonrió y dejó el papel sobre la mesa.
El tocino con huevo aún estaba caliente por lo que pensó que MinHo no se había ido desde hace mucho. Comió con tranquilidad y cuando terminó, se bañó y se vistió con unos jeans y una camiseta algo desgastada por tanto lavarla.
Hoy era el día de la mudanza, por lo que tenía que escoger algo cómodo y viejo en caso de ensuciarse. Terminó de vestirse y cuando iba a ir a la cocina, alguien llamó a la puerta principal.
—Hola—sonrió HyunJin.
—Hola, Jinnie—dijo y lo besó ligeramente en los labios. HyunJin entró al departamento y JiSung cerró la puerta—, llegas justo a tiempo.
—El camión de mudanza ya está por llegar.
—Perfecto, ¿viniste en tu auto?—HyunJin asintió—. Genial, es que quiero que lleves mis cuadros de pintura. No quiero que se arruinen en el trayecto con el camión de mudanza.
—Claro que sí, Hannie, ¿ya los tienes listos?
—Sí–dijo, con los ojos brillando de orgullo—. ¿Los quieres ver?
—Me encantaría.
JiSung lo guió a su estudio de pintura.
Estaba vacío y todos los cuadros estaban guardados en una caja apartada de las demás. Han se agachó y sacó con mucho cuidado los cuadros para su exposición en la universidad.
—¿Qué te parece?—preguntó.
—Son preciosos—dijo, mirando con detenimiento las pinturas de los paisajes. Una sonrisa se asomó por sus labios—. JiSung, no sé de donde sacas tanta imaginación para hacer estos paisajes tan hermosos. Sin duda les gustarán a los jurados.
—¿En serio lo crees?
—¡Claro que sí!—dejó los cuadros en su lugar y se inclinó para besarlo—. ¿Cómo te la pasaste en la despedida de Felix?
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❝El Stripper❞ ➳『•MinSung•』
Roman pour AdolescentsHan JiSung estaba a punto de casarse. Por lo que sabía, sus amigos habían contratado a un stripper para que le bailase en su despedida de soltero. Pero lo que nunca imaginó fue sentirse sexualmente atraído por aquél hombre. La noche era joven, y L...