❝El Stripper❞ ➳『•MinSung•』

29

—Ya quiero partirle la cara.

—¡MinHo! Más te vale que no vayas a hacer ninguna tontería, o te juro que voy a ser yo quien te rompa todas las pelotas.

El mencionado lo ignoró.

—¿Y cómo diablos rastreó tu celular?

—No lo sé. Ni siquiera tengo el GPS activado — dijo JiSung exasperado.

—¿No habrá sido tu amigo quien le dijo?

—No, Felix no haría eso.

—¿Estás seguro? —cuestionó.

—MinHo, por favor, solo vámonos de aquí. No quiero armar ningún escándalo — pidió.

—No puedo, tengo que quedarme a trabajar.

—Entonces, en ese caso, me iré yo.

—No, tú te quedas aquí conmigo.

—Oblígame — lo retó. MinHo lo miró arqueando una ceja.

—¡MinHo!—en ese momento, MinGi apareció entre la multitud. Tenía el ceño fruncido y parecía enojado—. Chico, no te pago para que te quedes ahí hablando con tu novio. Necesito que ayudes a HongJoong a repartir las bebidas, ¡muévete!

MinHo aún mantenía la mirada fija en JiSung. Extendió una mano y acarició su mejilla en un gesto cariñoso. Luego se inclinó, acercándose tanto a su rostro que éste pensó que lo iba a besar. Sin embargo, en lugar de eso, dirigió sus labios hacia su oído y le susurró con una voz baja y áspera:

—Ahora tengo que ir a trabajar. Cuando regrese, espero verte aquí. Si no es así...

—¿Si no es así, qué? — lo interrumpió desafiante.

—Te buscaré y, en cuanto te encuentre, te follaré hasta que me supliques que pare. Luego iré donde tu esposo y te volveré a follar frente a él—JiSung jadeó, sintiendo cómo su pulso se aceleraba solo al imaginarlo.

—No te atreverías — dijo con un hilo de voz.

—Ambos sabemos que sí lo haría.

Sonriendo, lo miró por última vez y se fue, seguido de cerca por MinGi. JiSung se quedó boquiabierto, parado allí mientras los veía desaparecer entre la multitud.

—Maldición, Lee — dijo MinGi, tomándolo el brazo y apresurándolo—. No te despido solo porque eres uno de los mejores strippers que tengo.

JiSung suspiró y se giró para dirigirse al baño. Al entrar, tuvo que esperar a que uno de los baños quedara libre para poder usarlo. Después de salir, mientras se lavaba las manos, su celular comenzó a sonar. Luchó por sacar su teléfono del bolsillo, y al hacerlo, se dio cuenta de que era un número desconocido. Frunciendo el ceño, llevó el teléfono al oído y contestó.

—¿Hola?

—Hola.

JiSung dio un respingo al escuchar su voz. Reconocería esa voz en cualquier lugar. Se relamió los labios nerviosamente y, sosteniendo el celular en su hombro derecho, se las arregló para secarse las manos en la secadora de manos mientras escuchaba con claridad.

—Hola, HyunJin—habló, tratando de sonar tranquilo—. ¿Por qué no llamaste desde tu celular?

—Sabía que si te llamaba desde mi celular, no contestarías. Estoy usando un teléfono público.

A pesar de la situación, JiSung no pudo evitar reír. Cambió el celular de mano y lo llevó al otro oído.

—Tienes razón—rió—, me conoces bien.