❝El Stripper❞ ➳『•MinSung•』

24

JiSung se despertó y trató de moverse, pero los fuertes brazos de MinHo lo mantenían inmovilizado, manteniéndolo firmemente pegado a su pecho. Intentó levantarse para ir al baño, pero sus brazos se tensaron alrededor de él, impidiéndole moverse y dificultando su respiración. JiSung siseó de dolor. A este ritmo, terminaría haciéndose pis en la cama.

—MinHo—susurró, tratando de moverlo—, suéltame, por favor...

En lugar de soltarlo, MinHo ronroneó entre sueños y enterró su rostro en su cuello, acariciando su piel con su nariz y acomodándose aún más contra él.

JiSung bufó y se sacudió en un intento por despertarlo, pero solo logró que lo apretara aún más.

—¡MinHo!—gritó molesto—. ¡Despierta de una vez! ¡Mi vejiga está a punto de estallar!

MinHo abrió los ojos de inmediato y frunció el ceño mientras miraba a su alrededor, pero su expresión se suavizó al ver a JiSung. Éste respiró aliviado cuando finalmente lo soltó y corrió al baño.

MinHo se volteó hacia el baño, frunciendo el ceño.

—Buenos días—dijo JiSung al salir del baño—. Menos mal que despertaste, pensé que moriría entre tus brazos —rió.

—¿A qué te refieres? — preguntó confundido—. Soñé contigo — sonrió.

JiSung lo miró, prestando más atención esta vez.

Con curiosidad le preguntó—: ¿Y qué soñaste?

—Soñe que te hacia el amor — sonrió, pero luego sacudió la cabeza y la sonrisa en su rostro se borró—, y luego tú regresabas con tu esposo. Y yo no estaba dispuesto a dejarte ir, yo no quería soltarte.

Ahora JiSung sabía la razón por la cual MinHo no lo soltaba y casi se hace pipí en la cama.

—Min, a estas alturas y con todo lo que hemos pasado, no te cambiaría por nadie en el mundo — dijo con sinceridad—, ahora mismo al unico que quiero tener a mi lado es a ti.

El mayor lo miró perplejo, como si le costara entender todo lo que le dijo.

—¿Qué estas queriendome decir?

—Que te quiero Lee MinHo — dijo sonriendole.

—Eres la primera persona que me dice que me quiere — contestó timido.

—No mientas. Seguro que todas las personas con las que has tenido relaciones te han querido — dijo con un tono de molestia en su voz.

Le enfadaba pensar en las personas que habían estado en la cama de MinHo disfrutando de sus caricias.

—Tú eres la única persona con quien me he entregado de esa manera, JiSung — su rostro se volvió serio.

Al peliazul se le encogió el corazón.

—Oh, MinHo — musitó y le tomó de las mejillas para besarlo. Él le correspondió el beso, tomándolo de la cintura. Cuando se separaron por falta de aire, JiSung repartió pequeños besos por toda su cara. MinHo se dejó hacer—. Me siento tan feliz. Deseo que me hagas el amor tan intensamente que no pueda caminar en una semana.

MinHo soltó una carcajada y luego acarició la mejilla de JiSung, despeinando aún más su cabello. Sonrió.

—JiSung, eres tan perfecto —btomó su mano y besó delicadamente sus nudillos, sin dejar de admirarlo—, parece un verdadero milagro que quieras a alguien como yo.

—Estoy seguro de que hay muchas otras personas que te quieren.

—¿Como quiénes? — preguntó con curiosidad.

—Tu familia, por ejemplo.

—No lo creo—negó con la cabeza—. La relación con mi familia nunca ha sido buena. Supongo que a mis padres nunca les agradó la idea de que trabajara en un club como stripper. Por cierto, son las seis de la mañana. Es muy temprano —dijo, mirando el reloj en la pared—y tengo que ir a trabajar a las ocho.

—¿Trabajas como stripper? — cuestionó, arqueando una ceja.

—No—sonrió—, trabajo como geólogo. Me voy a bañar, cuando regrese quiero verte dormido.

—No quiero que vayas al trabajo — dijo haciendo un puchero.

—Estaré de vuelta antes del almuerzo, lo prometo — besó su frente—. Ahora descansa.

JiSung se quejó, pero finalmente obedeció y cerró los ojos para volver a dormir.