Han JiSung estaba a punto de casarse.
Por lo que sabía, sus amigos habían contratado a un stripper para que le bailase en su despedida de soltero. Pero lo que nunca imaginó fue sentirse sexualmente atraído por aquél hombre.
La noche era joven, y L...
JiSung abrió los ojos y los restregó mientras se acomodaba mejor en la cama. Se preguntó dónde estaba MinHo al no verlo a su lado, pero luego recordó que había ido a trabajar y de pronto se sintió solo y vacío. Se levantó y recogió la camiseta del mayor que estaba en el suelo, se la colocó y luego fue hacia la cocina para servirse el desayuno.
Cuando salió del baño con una toalla rodeando su cintura y el cabello goteando, buscó su ropa en el suelo y se la colocó. Frunció el ceño al recoger su ropa interior y decidió dejarla a un lado para ponerla en el cesto de ropa sucia. Si había algo que detestaba, era usar ropa interior sucia.
Se giró y comenzó a buscar en los cajones del armario de MinHo hasta encontrar el cajón donde estaban sus boxers y tomó uno para ponérselo. Después se puso sus jeans y se secó el cabello. Fue entonces cuando se dio cuenta de que necesitaba ropa limpia, tenía que volver a su casa para recoger algunas cosas. Se fue a la sala principal, agarró las llaves de repuesto del departamento de MinHo y salió.
Se mordió el labio nerviosamente mientras bajaba del taxi y miraba su reloj de muñeca una vez más. Aún era temprano, pero necesitaba entrar y salir de su casa lo más rápido posible para regresar al departamento de MinHo antes que él.
Se dio cuenta de que HyunJin estaba en el trabajo al no ver su auto. Se acercó a la puerta principal y sacó sus llaves para abrirla. Cuando entró, no podía creer todo lo que sus ojos veían.
—Mierda, ¿qué pasó aquí? —susurró, colocando una mano en su cabello y peinándolo hacia atrás.
Había sillas, jarrones rotos y cuadros tirados en el suelo. Era todo un desastre, y por un momento se preguntó si alguien había entrado a robar. Caminó con cuidado por la sala principal, evitando pisar los vidrios, y subió las escaleras para ir a su habitación.
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MinHo entró al departamento y anunció—. Ya estoy de vuelta, Hannie — pero no recibió respuesta.
Extrañado, caminó hacia la cocina y dejó las bolsas del supermercado sobre la encimera. De inmediato, fue en busca de JiSung.
—JiSung, cariño — lo llamó cariñosamente—, traje el almuerzo, ¿dónde estás?
Silencio. MinHo frunció el ceño y se dirigió hacia su habitación. No pudo evitar sonreír al ver la cama, totalmente desordenada, tal y como quedó después de haber hecho el amor con él
El sonido de un celular vibrando interrumpió sus pensamientos. Buscó entre las sábanas hasta que encontró el celular de JiSung. Sin pensarlo dos veces, lo tomó y contestó.
—Sung... —contestó una voz ronca, un tanto aliviada pero al mismo tiempo cansada. MinHo supo que era HyunJin—. Te he llamado miles de veces, por favor, vuelve a casa...
