Solo tú [Ohmnanon]

3

✨️Ohm✨️

Giro para mirar a ambos lados de la calle y nadie parece estar cerca, así que me estiro para sacar una rosa del parque.

Hay muchas, nadie va a notarlo.

Espero.

Es que es una rosa color rosa y yo estoy intentando cortejar a Nanon.

Sé que puede ser complicado, pero voy a esforzarme, porque no es posible que mi lobo me permita no intentarlo.

Juego con mis dedos, mientras camino a clases, pensando en lo que voy a decir.

Espero que le guste, yo intento hacerlo bien.

Creo que alguien como Nanon merece tener a un buen Alfa, y quiero serlo.

—¿Vas a detenerte en algún momento? —me pregunta cuando me acerco y pongo la rosa frente a él.

—¿Te-Te estoy incomodando?

—Bueno, no puedo prohibirte usar este asiento —dice recibiéndola y sonrío.

Me siento a su lado, evitando mirarlo, porque tampoco quiero molestar.

—¿De-Desayunaste? —le pregunto mostrándole una barra de cereal que he traido y él ladea la cabeza.

—Ya comí —dice estirando la mano— pero dámela si es para mí.

Sí, es para él.

Me aseguré de conseguir una de fresa.

Saco mi cuaderno y él lo agarra, mirando concentrado la portada.

—Me gusta —dice señalando los colores.

—Te-Te lo regalo.

Se queda un momento mirándome y sonríe después, moviendo la cabeza negativamente.

—No tienes que darme todo lo que me gusta, Ohm.

—¿Po-Por qué no?

Yo quiero darle el mundo, es la manera en que quiero que se sienta conmigo, porque voy a ser su Alfa.

Él se ríe apoyándose en la mesa.

—No seas lindo, Ohm —dice colocando el cuaderno frente a mí— o voy a golpearte, porque no tolero lo adorable.

—Pe-Perdón —susurro bajando la mirada.

No sé si es un buen momento para darle la invitación.

Giro, para sacar mis lapiceros, y la veo en el fondo de mi mochila.

La hice anoche.

Tomo aire y pongo el sobre frente a él.

Me tomó horas hacerlo todo, pero creo que ha quedado bien y él saca la tarjeta con el nombre de la película que quiero que veamos.

Se queda un momento procesándolo, y voltea a verme.

—¿Pu-Pu-Puedo invitarte a ver una pe-película?

Cierra el sobre y sus dedos están temblando un poco, aunque luce tranquilo.

—¿Crees que voy a decirle que sí a esta cosa fea? —me pregunta poniéndola en mi mesa de nuevo y me duele el corazón.

Realmente pensé que iba a gustarle, pero está bien, Nanon es exigente y yo voy a esforzarme más.

—Tengo tiempo el sábado, es mi día libre, así que puedes comprar las entradas si quieres —dice de la nada.

—¿De-De verdad?

—Y llévame a comer después, me gustan los lugares bonitos, así que sorpréndeme.

Asiento rápido sonriendo, porque estoy feliz.

—Y me voy a quedar con esto —agrega quitándome la invitación.