✨️Nanon✨️Me apoyo en el sillón, bostezando, porque creo que ya va a amanecer.
Sí, hemos pasado horas acá y ya quiero irme.
—¿Pero sabes qué es lo peor? —me pregunta Chimon.
—Era el mejor novio —digo con flojera.
—¡Era el mejor novio! —grita agarrando otra cerveza.
—Chimon —suelto parándome para quitarle la lata— ¿No tienes sueño?
—No he podido dormir bien desde que no está más.
Ahí lo tienen, ya está llorando.
—Lo sé —digo palmeando suave su cabeza.
También tengo un corazón, pero es pequeño.
—Es tan reciente todo —agrega limpiando sus lágrimas— todavía lo necesito conmigo en casa, por eso no quiero estar ahí, odio cuando tenemos días libres.
Pues tan reciente no es, pasó hace más de un año, y habla de esto, todos los putos días, pero comprendo.
Es mi mejor amigo, y fue traumático incluso para mí.
Jimmy me agradaba, tenía que convivir seguido con él, por su relación con Chimon.
La venganza cuando eres parte de una organización criminal que se dedica a la comercialización de drogas suele ser... creativa.
Un día, por una pelea territorial, nos devolvieron el cuerpo de Jimmy en pedazos.
Yo no le permití a Chimon verlo, pero sabe lo que sucedió.
—¿Puedo quedarme acá? —me pregunta agarrando la frazada que usa siempre que se queda.
Juro que no me molestaría, si no estuviera interrumpiéndome.
—Me toca soportarte —digo caminando al pasillo— solo duerme.
—Está bien.
—Chimon —digo regresando mi mirada hacia él.
—¿Sí?
—Jimmy te amaba.
Saco las llaves de mi bolsillo y abro mi habitación, soltando un suspiro.
Sé que le gusta oírlo.
La verdad es que Chimon fue el primer amigo que tuve en mi vida, hemos pasado demasiada mierda juntos.
—¿Tú me amas, Nanon?
—No, yo incluso usaría tu cuerpo como un escudo en una balacera —respondo antes de tirar la puerta.
Si no lo hiciera, ya lo hubiera corrido.
Miro a la cama y sonrío, porque Ohm se ha dormido encima.
Camino al armario para sacar unas mantas.
Lo cubro con cuidado, porque no quiero despertarlo, pero no funciona.
Se mueve intentando abrir sus ojos.
—¿Ya vo-volviste? —me pregunta arrastrando las palabras.
Tiene mucho sueño.
—Sí.
—La pe-película...
—Mañana —susurro acostándome a su lado— duérmete.
Sonrío, mirando sus labios.
Es que besa tan bien.
Quiero probar si puede hacer lo mismo con la boca en otras partes.
Cierro los ojos, intentando no pensar.
No sé porqué sigo involucrándome con él, si mi plan inicial era alejarlo de mí.
