Me apoyo en las paredes de las estrechas escaleras de mi edificio, cargando las bolsas pesadas que vengo arrastrando desde el supermercado.No hay ascensores aquí.
En el trabajo gano bien, pero prefiero vivir en una zona con perfil bajo.
Cuando tienes dinero, las personas hacen muchas preguntas.
¿Dónde trabajas?
¿No eres muy joven para comprarte una casa en este lugar?
¿Y tu familia?
¿Acaso matas personas para comprarte esos autos?
Por eso prefiero vivir acá, nadie está cuestionándome por nada.
Vivo hasta el final de los pisos, por seguridad, y no muchas personas conocen esa ubicación.
Casi todos están muertos, Bright ya no puede venir a "visitarme", porque cayó hace un par de semanas.
Tenía un delirio de persecución raro, y siempre estaba molestándome.
Dejo las bolsas en el piso al llegar y voy a agacharme a sacar las llaves, cuando veo a Nanon parado frente a mi puerta.
Grito y él se acerca para calmarme, así que grito más.
—Chimon —dice nervioso, poniendo una mano en mi boca y yo lo miro a la cara.
Parece él y se siente real.
Voy a tener que dejar de consumir drogas.
—Si soy yo —susurra tocando mi brazo y yo intento correrme para atrás.
—Te vi morir —balbuceo asustado.
—Lo sé.
—Te vi morir, hace muchos años —agrego confundido y noto recién a la niña sentada en el pasillo que está mirándome.
—Créeme que fue difícil para mí, asimilar que no me había muerto.
Mi mente intenta ordenarlo todo en mi cabeza, y mi corazón se detiene cuando recuerdo todo lo que ha pasado en este tiempo.
Desearía no saber nada, para no tener que decirle.
