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✨️Ohm✨️

El olor a alcohol es fuerte, cuando doy el primer paso dentro del departamento de Nanon.

No luce como imaginé que sería.

—No ordeno seguido —dice volteando hacia mí, luego de tirar sus llaves a la barra de la cocina.

—Ta-Tampoco yo —miento porque no quiero que piense que estoy criticándolo.

Me siento en el sillón grande, porque lo señala, y camina al minibar que tiene en una de las paredes.

—¿Tomas algo en especial?

—No to-tomo seguido —respondo al ver las opciones que me muestra en las manos— pu-pu-puedes recomenda-darme algo.

Él asiente agarrando dos latas que pone en la mesita del centro.

No puedo evitar notar las jeringas ahí y él lo nota también.

—Me inyecto a veces, no soy un adicto o algo así —me explica séntándose a mi lado y no sé que responder.

Lo dice tan naturalmente, que me avergüenza un poco demorarme en asimilarlo.

Volteo a verlo, porque suspira, apoyándose en los cojines.

—Tuve problemas de adicción en el pasado, solo no puedo dejarlo totalmente aún, ¿de acuerdo?

—No ti-tienes que explicarme.

—Solo es información —dice mirando mis ojos— ¿Acaso no estamos conociéndonos?

—Sí —respondo intentando relajarme— ¿Po-Por qué lo de-dejaste?

—Me volvía loco intentando encontrar la forma de pagar toda esta mierda —dice riéndose— las necesitaba tanto, que hacía cualquier cosa por conseguir el dinero para comprarlas.

—¿Ya-Ya no?

—No, ya no —responde más suave— un día quise hacer más por mí, me cansé de estar en el fondo de la mediocridad, por eso me inscribí en la universidad, aunque sé que no pertenezco ahí, así que los evito a todos, es lo mejor.

Retrocedo un poco, porque se acerca, y baja la mirada a mis labios.

—No sé que me ocurre contigo, no he podido mantenerte lejos —me dice colocando una mano en mi pierna derecha.

—E-Entiendo lo que e-es sentir que no pe-perteneces a-a-algún lado —digo intentando disimular lo nervioso que me pone— lo i-importante e-es que qui-qui-quieres hacer algo pa-para mejorar, e-eso es a-algo que a-admiro ahora de ti.

—Ya no seas lindo, por favor —me pide en un susurro.

—No-No lo soy.

Bajo la mirada, porque apoya sus piernas cerca de las mías.

—¿Quieres ir a mi habitación? —me pregunta de la nada.

—¿Pa-Para qué?

Él gira los ojos y agarra mi mano, jalándome.

Agarro las cervezas rápido, creo que las olvidó.

Camina por el pasillo a la puerta en el fondo y la abre.

Me impresiona notar lo diferente que es.

Su habitación es bonita, es ordenada y huele bien.

Dejo mis zapatos afuera, donde él coloca los suyos, y siento agradable la alfombra bajo mis pies al entrar, porque es muy suave.

Jadeo porque cierra la puerta detrás de mí, y me empuja a la cama.

Entiendo porqué quiere venir, es más cómodo.

—Está muy sucio afuera —dice arrodillándose a mi lado y yo asiento— podemos pasar el tiempo acá.

Agarra las latas de mis manos y las pone en la mesita del lado.

Tiene una lámpara bonita ahí, junto a un libro.

No puedo evitar admirar lo estético que es todo en este lugar.

—¿Ve-Veremos algo? —le pregunto al notar la pantalla en la pared.

No había una afuera.

—¿Quieres ver algo? —me pregunta de vuelta y tiene una muy expresiva mueca en la cara.

—¿Tú-Tú no?

—¿No quieres también un vaso para tu cerveza y que te cuente lo que desayuné hoy? —suelta cruzando los brazos.

—Me-Me gustaría —respondo sonriéndole y sus labios se entreabren.

—Bien —dice caminando hasta su escritorio y levanta el control— cómo quieras.

Solo tú [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora