2

1.4K 203 260
                                    


✨️Nanon✨️

Desde que era un niño, mamá me decía que las almas gemelas existían, y yo crecí tratando de escapar de la mía.

Cuando vi a Ohm la primera vez, me dio lástima, porque supe que era él y no debería estar destinado a alguien como yo.

Sentado siempre lejos de todos, esperé que no se atreviera a acercarse jamás, pero lo hizo.

Y sé que tenía que pasar, porque así funcionaba en las historias que leía cuando era pequeño.

Cuando es esa persona, se vuelve inevitable.

Y no soy tan fuerte, así que no puedo escapar de lo que siente mi lobo.

—Ho-Hola —dice acercándose.

—¿Otra vez? —le pregunto cuando coloca su mochila a mi lado.

—Sí —susurra dejando una caja de chicles frente a mí.

¿Debería molestarme?

¿Debería evitarlo por su bien?

No puedo ignorar lo terriblemente atraído que me siento por él.

Quizás estoy idealizándolo, porque es diferente al resto de Alfas.

Quizás si follamos un par de veces, voy a quitármelo de la cabeza.

—No vas a alejarte, ¿verdad?

—E-Es un pa-país libre.

Sonrío, colocando mi lapicero sobre el cuaderno.

Me gusta.

Agarro un chicle para meterlo a mi boca, y veo que coloca un pequeño oso rosa en la mesa.

Volteo a verlo y está sonriéndome.

—Lo-Lo vi de ca-camino a clases y-y pensé e-en ti.

—¿Tan feo soy? —le pregunto ladeando la cabeza.

—Pu-Pu-Puedo darte o-otro bo-bonito si...

—Este ya es mío —le aclaro agarrándolo.

Él asiente y noto en sus manos lo nervioso que está.

Agarro mi teléfono para ignorarlo y leo él último mensaje que tengo de mi jefe.

Yo realmente prefiero quedarme atendiendo el bar, no me gusta entregar pedidos, pero le respondo con un rápido sí.

Apoyo mi rostro en la mesa, porque tengo sueño, y veo a Ohm, colocando sus cosas sobre la carpeta.

Suele jugar con sus labios cuando se concentra mucho, y ya tengo un nudo en la garganta.

Mamá me hablaba del amor verdadero, pero me hacía sentir que yo no podía tener uno, porque no lo merecía.

Cada noche, cuando me vendía a hombres para pagar la comida en casa, sentía vergüenza.

Imaginaba lo que pensaría el Alfa destinado para mí, si me viera así.

—No soy una buena persona —digo de la nada y Ohm me mira.

—¿Qué?

—No soy una buena persona —repito levantándome— ¿Te han dicho alguna vez que evites las malas compañías?

—S-Sí.

—Aléjate de mí, Ohm.

Agarro mis cosas, incluyendo el oso rosa y salgo al pasillo, acomodando el arma que tengo en el bolsillo.

Solo tú [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora