Solo tú [Ohmnanon]

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✨️Nanon✨️

Creo que no he podido concentrarme en la película, por lo nervioso que me pone Ohm.

Mi lobo está acelerado, no puedo solo sentarme a comer palomitas con ese Alfa al lado.

Creo que nunca nadie había hecho algo tan bonito por mí antes, pero no es complicado para él impresionarme, por mis estándares bajos.

Trabajo en un bar de cuestionable seguridad, donde la persona más agradable que conozco ha intentado acuchillarme una vez, porque no tenía más droga para venderle.

Mi experiencia con las personas no es precisamente pacífica, así que está justificado que haya pasado toda la noche pensando en donde colocar la invitación que hizo.

La hizo PARA mí.

—No hablas mucho —digo mientras caminamos ya fuera del cine y él me mira.

Niega con la cabeza y pone la tarjeta de un restaurante elegante en mis manos.

Es la clase de lugar a donde va gente que va a mirarme mal, por atreverme a sentarme cerca de sus respetables reputaciones.

Me encanta.

Incomodar a las personas es divertido.

—No di-digo mucho po-porque van a mirarnos —dice mientras caminamos— e-es que mi ta-tartamude-deo puede mo-molestarles.

—Bueno que se jodan —respondo después de resoplar— no respeto a la clase de persona que se enojaría por algo que no puedes controlar.

—¿No te a-a-avergüenza?

—No soy tan idiota aunque parezca, Ohm.

Él suspira, y noto una pequeña sonrisa en sus labios.

Hablo en serio, este ni siquiera debería ser un tema.

Nunca se me ha cruzado por la cabeza decir algo al respecto.

Es irrelevante.

—Me gustó la película, fue divertida —le digo sonriendo ya.

—La e-escogí por e-eso.

—Lo hiciste bien.

Suspiro porque me sonríe de vuelta.

Ohm es cómodo, creo que lo definiría así.

Me detengo frente a la puerta del restaurante y él entra primero, para pedir la mesa que ha reservado.

Yo voy revisando mi alrededor con la mirada.

Tendría sexo con alguien por mucho menos del dinero que Ohm está gastando hoy en mí.

Cuando el mesero nos lleva a la mesa en el fondo y me da la carta, veo los precios.

—¿Debo ordenar agua? —le pregunto bromeando y él niega con la cabeza.

—Pu-Puedes pe-pedir lo que quieras.

Maldición, no puede ser así de lindo.

De acuerdo, ya está.

Ohm me gusta, básicamente desde la primera vez que lo vi.

Es un chico bueno, está esforzándose, y quiero acostarme con él.

Creo que esta noche lo vale.

—¿Quieres ir a tomar algo después a mi departamento? —le pregunto lento para que entienda.

—A-Acá hay...

—Creo que la comida es costosa, pero las bebidas son un asalto a mano armada —digo señalando la carta— podemos tomar unas cervezas afuera, después de la cena.

Sonrío, porque él asiente.

Solo esta vez, voy a evitarlo de nuevo después.

Tengo que hacerlo, es peligroso para él estar cerca de mí.

Hablo de que estoy metido en tanta mierda de la que solo voy a poder salir cuando muera.