7

1.1K 178 213
                                    


✨️Ohm✨️

Miro la pantalla en pausa y volteo lento a ver a Nanon, agarrando una bolsa de chocolates.

Aclaro mi garganta, porque algo tengo que decir.

Creo.

¿Qué se supone que le dices a alguien que te ha besado?

Yo tengo muchas dudas, mi lobo no.

Sé perfectamente lo que quiero hacer, pero tengo miedo.

—Oye, Ohm —dice volteando también hacia mí.

Mis músculos siguen tensos.

A veces me molesta no actuar como un Alfa de verdad.

—Solo fue un beso, ¿de acuerdo?

Yo asiento.

—La gente se besa todo el tiempo —agrega dirigiendo sus ojos a otras partes— no es la gran cosa, ¿verdad?

Está evitando hacer contacto visual conmigo, y creo que está... nervioso.

Puedo sentirlo también en su olor.

Miro sus labios, intentando conectar mis ideas antes de hablar.

—¿Lo crees también? —me pregunta al ver que no hablo.

Yo asiento.

No en realidad, yo considero importantes los besos, jamás le restaría relevancia a lo que pasó.

—¿Entonces no te molesta si te beso?

—No —respondo bajito.

Mis manos se sostienen en la cama, porque me besa de nuevo.

Primero muevo mi boca lento, pero es como si necesitara más.

Jalo su labio interior con mis dientes y lo atrabo con mis labios, pasando mi lengua por el borde.

Él jadea, y me animo a subir mi mano a su rostro.

Sus dedos aprietan mi pierna derecha, cuando le meto la lengua, y siento sus dientes chocando con los míos.

Quisiera tener el control, pero no me deja.

Chupa mis labios desordenadamente, y se aleja, porque la puerta afuera suena.

Su respiración agitada cuando me mira, es muy atractiva, y no puedo controlarlo.

Le doy un beso corto, pero no deja que me vaya, porque me besa otra vez.

La puerta suena de nuevo y más fuerte, pero él se acomoda casi sobre mí, besándome.

—¡Nanon, voy a romper la puerta! —grita alguien afuera y él suspira alejándose de mí.

—Quédate acá —dice susurrando y pone un dedo en mi boca— nunca hablas, no necesito pedirte que guardes silencio, ¿o sí?

Yo niego con la cabeza.

Su mirada baja a mis labios, y me besa otra vez, mientras se levanta.

—Volveré rápido.

Apenas cierra, escucho que mueve la llave en la cerradura.

Me ha encerrado.

Me levanto para acercarme a la puerta y noto ahí la cantidad de pestillos que tiene para trancarla por dentro.

Parece que este es su lugar seguro.

—¿Qué mierda haces que no me abres? —escucho que dice alguien entrando.

—¿Qué quieres, Chimon?

—Cerveza gratis, ¿por qué?

Cierra la cogeladora y se oye que abre una lata de cerveza.

Luego una silla está moviéndose.

—No te lo tomes personal, pero no quiero que te pongas borracho en mi casa.

—¿Por qué? —le pregunta— ¿Vas a correrme a mí que soy tu mejor amigo?

—Sí.

—¡Nanon!

—Es que te pones a llorar por tu novio muerto, y a mi qué.

—¡Nanon! —le grita de nuevo.

—Ya, perdón —responde y se ha sentado, porque escucho el sillón— solo vete a casa a sufrir a solas.

—Eres tan empático —dice con sarcasmo— cuando Jimmy estaba vivo...

Me apoyo en la pared, porque creo que va a quedarse ahí.

Y supongo que yo no puedo salir de acá.

Me siento en la cama y agarro los chocolates de nuevo, para esperar, no creo que vaya a quedarse ahí a hablar de su novio muerto por horas.

Solo tú [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora