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✨️Ohm✨️

Cuando despierto, y veo a Nanon desnudo a mi lado, todo se me remueve.

Si yo le contara al niño que lloraba todas las noches porque todos se burlaban de él, que encontramos a alguien que nunca lo ha hecho, no me creería.

—¿Qui-Quieres que te haga a-algo de de-desayunar? —le pregunto besando su hombro y él sonríe manteniendo los ojos cerrados— te-tenemos cla-clases en un pa-par de ho-horas.

Bajo mis dedos por su piel, y sé que soy  afortunado.

Él es bellísimo.

—¿Tienes que ser así de molesto desde temprano?

—Pe-Perdón.

—No es en serio, Ohm —me aclara pegando más su cuerpo al mío y suspira.

—Pe-Perdón por no e-entender.

Me callo, porque levanta la cabeza, abriendo los ojos.

—Deja de disculparte.

—E-Está bi-bien, pe-perdón.

—¡Ohm!

—Lo si-siento —digo nervioso, y él se sienta sobre mí.

—Ya basta de eso —me ordena colocando un dedo sobre mi boca.

Asiento sin hablar más y él ladea la cabeza, bajando la mirada por mi cuerpo.

—A veces bromeo —dice apoyándose en mi abdomen— no me molestas.

—¿Nu-Nunca mo-molesto?

—Nunca —susurra dejando un beso pequeño en mi cuello— ¿Quieres tomar una ducha conmigo antes de comer?

Asiento, sonriéndole.

—No me hace bien que seas tan guapo —dice levantándose— tengo que obligarme a tener un día productivo, y de nada me sirve tener un Alfa como tú, si no puedo pasar todo el tiempo en la cama con tu pene enterrado en mí.

Sonrío, porque entra al baño y sale con su cepillo en la mano, aun quejándose.

—Solo soy un chico, y la vida me pide demasiado.

—¿Qui-Quieres faltar?

—Tengo que educarme, Ohm Pawat, eres una mala influencia para mí.

—E-Entonces...

—Bien —dice interrumpiéndome— si quieres faltar hoy, no vamos a ir, pero espero que reflexiones para que esto no vuelva a pasar.

Me río, porque me ha confundido lo rápido que terminó siendo mi culpa, y lo veo correr de vuelta a la cama, para meterse.

Acaricio su cabeza, porque se ve tierno cubriéndose con las sábanas y dejo un beso en su frente.

—Te ha-haré el de-desayuno —susurro destapándome, pero antes de levantarme se lanza a mi boca, para besarme.

—Gracias —dice contra mis labios y lo noto nervioso después— mi amor.

Lo veo a los ojos, agarrando su cintura, con mi respiración irregular.

Sonó tan bien.

Lo acuesto con cuidado, y abro sus piernas, para colocarlas a los lados de mi cuerpo.

Puedo hacer el desayuno después.

Solo tú [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora