✨️Ohm✨️Suspiro mirando el reloj, porque Nanon ha dicho que va a regresar tarde, pero ya estoy preocupado.
Puede ser peligroso afuera a estas horas.
Ya he comprado algunas cosas para el congelador, y he limpiado, pero me sobra el tiempo.
Camino a la mesa en el comedor que ya he desocupado, porque amontonaba latas vacías ahí.
Levanto la mirada al escuchar las llaves en la puerta.
—Ho-Hola —digo nervioso cuando abre y él me mira confundido.
—Estás despierto —responde haciendo una mueca y yo me paro junto a las velas que prendí— ¿Qué es eso?
Me acerco y agarro su mano, para jalarlo despacio a la mesa.
Quise que se viera bonita, y noto sus ojos brillantes mirándome.
—Pe-Pensé en si te-tenías hambre.
—¿Es una cena? —me pregunta sonriendo.
—A-Algo así.
Me estiro a la barra, y coloco el plato que ya había servido frente a él.
—E-Es mi e-ensalada fa-favorita —digo colocando una copa en la mesa y pongo una lata de coca al lado— no-no hay a-alcohol hoy.
—Quiero golpearte —responde cruzando los brazos y yo lo miro asustado.
—¿Qui-Quieres una cerveza?
—No.
Me apoyo en la pared, porque me besa profundo, rodeando mi cuello con sus manos.
—Gracias —susurra agitado y yo miro sus labios— y te las voy a dar de otra manera, después, cuando estemos en la cama.
—E-Espero que te gu-guste.
—Me gusta ya, tú eres perfecto —dice jugando con mis dedos— ¿Hiciste las compras?
—S-Sí.
—No suelo tener algo más que cerveza.
—Po-Podemos ha-hacer las co-compras juntos la próxima vez.
Pienso en que puede ser demasiado, pero él suspira, y asiente, acomodando mi camiseta.
—Sí, podemos.
Sonrío jalando la silla para que se siente y él me obedece.
—Qué-Quédate ahí —le pido— y no vo-voltees.
—Está bien —responde agarrando los cubiertos que puse a un lado.
Doblé las servilletas en forma de corazón.
Camino a la cocina y saco las gardenias que compré cuando venía de vuelta acá.
—E-Estaba ca-caminando y te re-recordé al ve-verlas, porque a-así hu-hueles —digo estirándolas hacia él, pero no responde.
Las toma despacio y puedo notar el temblor ligero en sus manos.
—¿Dices que me las compraste solo porque sí?
—Te la-las compré po-porque que-quería que se-sepas que pe-pensé en ti to-todo el tiempo en que e-estuviste fu-fuera.
—¿Lo hiciste? —me pregunta con la voz más suave y yo asiento.
Me acerco a sus labios y le doy un beso pequeño.
Sus ojitos se cierran y sonríe, cuando me alejo.
—¿Y piensas que voy a enamorarme solo porque haces todas estas cosas por mí?
—No-No las ha-hago pa-para que tú te e-enamores —respondo acomodando su cabello— las ha-hago po-porque estoy enamorado yo.