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Pov Luli

Después del largo verano que tuvimos en la casa del lago de la familia de Marti, no queria volver a la ciudad. Buenos Aires era un caos y preferia mil veces estar tomando el sol arriba de alguna roca que volver a la escuela.

Mi hermano Franco estaba haciendo un ruido irritante desde su habitación y eso me basto para querer levantarme a romperle la cabeza. Me puse mis pantuflas de garra de osito y me dispuse a golpear su puerta.

—¿Puedo ayudarte? —me pregunto al abrir.

—Si, me gustaria saber porque estas haciendo tanto ruido a las 7 de la mañana. —puse mis manos en la cintura esperando su respuesta

—Hoy es el primer día de clases y son las pruebas para entrar al equipo de fútbol, así que estaba practicando mis tiros. —me mostros como pateaba la pelota y accidentalmente golpeo la lampara de su mesita de luz rompiendola por completo.

—No creo que llegues muy lejos de esta forma. —me burle. —Solo, deja en paz a la gente que quiere dormir ¿si?

—Ya casi esta el desayuno, idiota, no ibas a poder dormir mucho más. —me grito mientras yo le daba la espalda y le enseñaba mi dedo de en medio.

Entre al baño y me cepille los dientes, mi pelo era un caos así que decidi darme una ducha rapida para controlarlo. Después de secarme el pelo y ponerme mi ropa, baje a desayunar.

—Buen día ma. —salude a mi madre que estaba en la cocina preparando unos waffles.

—Hola hija, ¿como amaneciste? —pregunto mientras besaba mi frente y me servia un plato.

—Por culpa de Franco, realmente mal. —dije quejandome.

—Pobresito, el de verdad quiere entrar al equipo. —me respondio.

—Si y asi rompio una lampara. —mi mamá me miro con asombro.

—Ademas de insoportable tambien sos buchona. —mi hermano se hizo presente en la cocina. —No le creas mamá.

—Cuando vaya a tu habitación espero no ver nada roto. —le advirtio mi mamá y él me dio una mirada amenazadora.

—Buenos días familia. —entro la rubia a mi casa, practicamente era como la suya. Todas las mañanas antes de ir a la escuela, me pasaba a buscar para que vayamos juntas, y este año no iba a ser la excepción.

—Buen día Martina. —saludo mi mamá. —¿Queres un waffle? —ella nego.

—Muchas gracias Gabi pero paso, ya desayune. —le respondio.

—¿Tan temprano y estas aca? —le pregunte cuando se sento al lado mio.

—Es que moria de ganas de verte. —eso me causo una leve sensación de alegria en mi pecho. Aunque sabia que bromeaba.

—Bien, tomo mi mochila y nos vamos. —le dije y ella asintió.

Una vez que tome mis cosas y Franco se digno a terminar sus waffles, fuimos los 3 caminando hasta la escuela. Apenas llegamos, el grupo de amigos de Martina se abalanzo sobre ella para saludarla, olvidando completamente mi existencia, aunque la rubia los saludo cordialmente y volvio a mi lado para que entremos juntas, como lo haciamos siempre.

—Sera un año espectacular. —aplaudio emocionada y yo fingi estarlo tambien.

Este año no seria distinto al anterior, ni a los demás. Martina era la popular, no yo. Ella parte de las animadoras en la escuela y todos la adoraban, incluso Ramiro, el tonto más popular aca. Futbolista y capitan, se paseaba por toda la escuela siendo un completo idiota y eso a Martina la derretia, yo no podia entenderla, pero siempre me hablaba de como le gustaba la postura de malo y respetable que tenia el morocho. En cambio yo, solo tenia dos amigas, y no me mal interprente, yo las amaba, pero no eramos las más queridas de este lugar. De hecho, nadie nos registraba si quiera. Si no fuese porque se sabia que Martina era mi mejor amiga, entonces nos molestarian igual que lo hacen con el resto de los marginados de la escuela.

LULI'S SONG || MARTULIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora