-4-

534 34 0
                                    

Pov Luli

Llegamos a la casa de Victoria, no era muy lejos de la escuela y por lo que se veia de afuera, era una gran mansion. Tenia un parque enorme adelante y atrás. Y columnas blancas en la entrada. Muy vistosa.

—¿Queres algo para tomar? —pregunto mientras revisaba la heladera.

—¿Agua? —le dije y ella asintió sirviendome un vaso.

—Ponete comoda. —me dijo mientras me entregaba el vaso.

—Gracias. —lo tome y me sente. Ella se acomodo al lado mio.

—¿Empezamos? —me pregunto y yo asenti.

Comenzamos a hacer lo que nos faltaba del trabajo de matematicas y en cuestion de 1 hora ya lo habiamos terminado. Y lo mejor fue que ella pudo entender todo lo que le explique.

—Ya me duele la cabeza. —se quejo. —Pensar tanto no es lo mio. —yo reí.

—Pero estuviste muy bien hoy. —le dije.

—Gracias, tuve buena profesora. —me guiño un ojo.

La tension entre ambas estaba. O por lo menos en mi cabeza la sentia. Podia ver como ella me miraba y sabia que estaba insinuando algo más. Pero por alguna razón yo solo podia ponerme nerviosa e intentaba cambiar de tema. Esta vez no se me ocurria nada para hablar y el silencio cada vez se alargaba más. Y justo en ese preciso momento, se abrio la puerta.

—¿Mamá? —pregunto la morocha.

—Si amor, ya llegue. —hablo una señora que no aparentaba tener más de 40 años, venia con ropa de gimnasio y varias bolsas en la mano. Tenia una gran cabellera rubia y usaba lentes de sol.

—Y yo tambien. —hablo un pequeño niño timido detras de la señora.

—Lo lleve a pilates conmigo pero hizo un escandalo y no se quiso quedar a la siguiente clase, así que lo traje para que lo cuides. —se saco los lentes y apoyo todo lo que tenia sobre la mesa. —Ah tenemos visitas, buenas tardes linda.

—Mucho gusto señora, soy Lourdes. —me presente.

—Ay por favor no me digas señora que me voy a infartar. —dijo fingiendo un llanto. —Decime Mariana mejor. —yo solo asentí.

—Yo me llamo Tobias. —el pequeño saludo.

—Hola Tobi. —me agache para chocarle los 5 y él me correspondio.

—Bueno, suerte con el niño, me voy. —dijo la madre de Vicky y esta la detuvo.

—Te dije que hoy iba a estar ocupada, ¿ya te vas otra vez? —pregunto algo molesta.

—Tengo spinning y llego tarde Victoria. —tomo sus llaves. —Nos vemos en la cena, chau Lourdes un placer.

—Adios. —salude sin entender mucho la situación. Pero apenas se fue, Vicky solto el aire algo frustrada.

—Perdón por eso, mi madre es algo....revoltosa. —se disculpo algo avergonzada.

—No hay problema, tranquila. —dije despreocupada.

—Vicki, quiero caramelos. —el niño empezo a pedirle.

—No creo que puedas comer eso ahora Tobi, tenes que esperar hasta después de cenar. —le contesto y el pequeño se cruzo de brazos molesto.

Parecia de no más de 4 años, era morocho y a diferencia de su hermana, él tenia ojos claros. Era muy tierno y parecia gustarle mucho las golosinas. Empezo a llorar y hacer muchisimo ruido. Victoria intentaba calmarlo y me miraba a mi como pidiendome perdón.

LULI'S SONG || MARTULIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora