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Pov Luli

Se hizo de noche y yo no dejaba de dar vueltas en mi habitación. Deje de pensar y tome el impulso de ir a buscar a Martina. Afuera estaba lloviendo pero no me importo, salí por mi ventana y pase por nuestra casita del árbol hasta llegar a la suya. Golpee y espere que ella estuviese ahí. Después de 5 minutos, apareció.

—¿Lu? —me miro confundida.

—Tenemos que hablar y no me voy a ir hasta que lo hagamos. —le dije.

—Pasa...—me abrió más su ventana para que pueda pasar y eso hice. —Te voy a traer una toalla porque te vas a enfermar. —fue hasta su baño y me trajo una gran toalla blanca.

—Gracias. —dije mientras me cubría.

—De nada. —me respondió. —Se que venís a hablar del beso, pero quédate tranquila que ya se lo que me vas a decir.

—¿Sabes? —levante una ceja.

—Si, que vos estas con Victoria. —suspiro. —Yo respeto mucho eso, así que te pido disculpas.

—No era eso lo que te iba a decir. —le conteste. —Quiero saber por qué me besaste.

—No me hagas esa pregunta, por favor. —ella agacho la cabeza.

—¿Por qué no? —me acerque y levante su mentón, ahora su mirada estaba clavada en la mía. —Quiero entender Mar, quiero saber que te pasa.

—Yo...no se. —se largo a llorar. Se sentó en la cama y cubrió su cara con sus manos.  —Supongo que...supongo que siento algo por vos.

Esa confesión me congelo. ¿Martina sentía algo por mi? Ese fue mi sueño recurrente desde que tengo nueve años. Fantaseaba con que un día venga ella y me dijera que también me amaba. Pero jamas me lo imagine así. Ella se veía realmente afectada por estos sentimientos y yo...no sabía que decir.

—Se que esto te toma por sorpresa, créeme, a mi también. —volvió a hablar. —Pero creo que seguir ocultándolo a esta altura ya no tiene sentido.

—¿Vos...gustas de mi? —era una pregunta que salió con timidez de mi boca.

—Eso creo. —estaba nerviosa, lo notaba. —No puedo explicarte que me pasa, porque jamás quise explorarlo, tampoco soy buena con las palabras, pero...si. —largo todo el aire contenido.

—Yo....—intente decir algo pero no pude decir nada más.

—No te alejes de mi Lu, por favor, es lo único que te pido. —me tomo del brazo. —Se que es medio cara dura de mi parte pedírtelo cuando yo estos últimos meses lo hice, pero no quiero que dejes de ser mi mejor amiga. —la note desesperada.

—No me quiero alejar Marti. —le asegure. Ella me miro un poco más aliviada.

—Yo se que estas enamorada de alguien más y creo que eso puedo soportarlo, pero jamás soportaría perderte como amiga. —su mirada era triste.

Tenía un solo trabajo: decirle que también sentía lo mismo. Pero ¿como? estaba nerviosa. Tenía que hacerlo urgente, ella solo me miraba y cada segundo más que pasaba callada, era un segundo más que torturaba a la rubia. Sabía que Victoria estaba en el medio y odiaba lastimar gente, pero nunca iba a sentir por ella ni la mitad de lo que sentía por Martina, aunque lo intentara.

—Mar...—comencé a hablar.

—¿Qué? —preguntó.

No dude un segundo más, no tenía las palabras correctas para decir así que decidí seguir mis impulsos. Le tome el rostro y la bese. Ella no tardo en seguirme el beso, estábamos tan coordinadas.

Acariciaba mi brazo y me hacía poner la piel de gallina, pasaron unos segundos y ella tomo la iniciativa, su lengua se enredo con la mía y eso encendió todas las alarmas adentro mio. Se sentía tan bien. Era ella, siempre lo fue.

—Lu...—hablo cuando nos separamos. Apoyo su frente en la mía.

—Te amo. —le solté de golpe. Ella me miro. —Siempre te quise Marti, desde que somos chiquitas, nunca te lo dije porque veía imposible que vos sintieras lo mismo por mi. —su rostro se ilumino.

—¿Me estas diciendo que las dos pasamos toda nuestra vida gustando de la otra y no lo dijimos? —ella rió.

—Eso parece. —me contagie de su risa. —Yo nunca quise perder tu amistad y sabía que lo mejor era no decirlo.

—Nunca vamos a dejar de ser mejores amigas. —me acaricio la mano. —Pero creo que esta más que claro que acá esta pasando algo más...

—Creo que si. —dije yo.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó.

—No se, yo...yo estoy con Victoria y no quiero lastimarla. —suspire. —No voy a mentirte, la verdad es que la quiero mucho.

—¿Estas enamorada de ella? —me miro esperando mi respuesta.

—No. —dije segura. —Después de que me besaras en el salón de música, entendí que era así como se sentía querer a alguien y con Victoria no me pasa. —ella me sonrió. —Pero le tengo cariño.

—No te puedo prometer nada mejor que lo que ella te da Lu. —empezó a hablar. —Hay muchas cosas en el medio que pueden hacer difícil nuestra situación pero me gustaría...intentar.

—¿Querés intentar algo conmigo? —pregunte incrédula.

—Quiero explorar esto que siento por vos. —me respondió. —Se que es algo y no puedo negarlo, ya no más. —agregó. —¿Vos queres?

Era obvio que quería. ¿Pero podía? Tenía muchas cosas que resolver primero y ella también. No podíamos simplemente empezar algo y ya. Había mucho en juego.

—Quiero. —conteste. —Pero las dos sabemos que ahora es imposible. —hable con coherencia. —Primero tengo que hablar con Victoria.

—Entiendo. —asintió. —No te pido que nos casemos mañana, tampoco estoy segura de poder asumir todo esto que esta pasando de manera tan rápida. —se rió. —Pero estoy segura que te quiero a vos, tomémonos un tiempo para resolver nuestras cosas y veamos que pasa.

—Estoy de acuerdo con eso. —respondí.

—¿Puedo besarte otra vez? —pregunto. Y todavía lo creía irreal.

—Vení aca. —la tome del brazo y ella me sonrió acercándose a mi.

Nos estábamos besando otra vez. Y se sentía tan correcto. No tenía que besar a nadie más para saber que era el mejor beso que iba a dar en toda mi vida.

Martina era todo lo que alguna vez soñé. No quería arruinarlo.

No iba a arruinarlo. ¿No?

LULI'S SONG || MARTULIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora