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Pov Luli

—Miren quien decidio aparecer...—hablo mi mamá apenas cruze la puerta.

—Perdón, me olvide de avisarte que me quedaba en lo de Martina. —le conteste.

—¿Pero vos no te fuiste con Victoria? —Franco siempre tenia que meterse donde no lo llamaban.

—Si, pero Mar se sentia mal y volvi con ella. —respondí. —No te importa de todas formas lo que yo haga.

—Bueno, voy a parar esto antes que terminen peleando. —interfirio mi mamá. —Hoy a la noche no quiero que hagan nada porque Dan y Silvina vuelven y vamos a cenar todos juntos.

¿Volvian los papás de Marti? Que raro, no me habia dicho nada. ¿Lo sabra ella? Yo se que la relación de la rubia con sus padres no era de la mejor, si bien siempre le dieron todo lo que ella quiso, tambien la dejaron ser muy independiente a corta edad. No es algo que le molestara pero si en ocasiones me confeso sentirse sola.

La noche llego y ya estabamos listos para recibir a los Benza. Mi papá hizo el asado, mi mamá las ensaladas, mientras Franco y yo lo único que hicimos fue preparar fernet y comer papitas. Delfi miraba tele muy concentrada en sus dibujitos, hasta que el timbre sonó.

—Buenas nocheeess. —saludo Dan a mi papá apenas abrimos la puerta.

—Trajimos vino, fuimos a Mendoza unos días antes de venir para aca y no podiamos volvernos sin la especialidad de la casa. —Chivin saco dos botellas de su bolso.

—Hola Lu. —me saludo Marti. —Perdón por no ir a la casa del arbol hoy, no sabia que ellos iban a volver.

—No te preocupes. —le dije y finalmente todos pasaron.

La mesa estaba lista, nos sentamos cada uno en nuestro lugar y mi padre trajo la carne. Una vez que todos tuvimos nuestros platos llenos, brindamos y comenzamos a comer.

—Franquito, me conto tu viejo que entraste al equipo de fútbol. —comenzo la charla Dan.

—Si y todavia no jugó un solo partido. —lo burle yo.

—Por lo menos no tengo dos pies izquierdos como los tuyos Lourdes, si corres más de una cuadra se te va el aire. —me contesto molesto.

—No peleen en la mesa. —nos reto mi madre. Martina se rió ante esto.

—Esta bien, tu tiempo ya va a llegar. —volvio a hablar el señor Benza.

—¿Y vos Marti? Luli dijo que estabas para ser capitana de las animadoras. —mi mamá se dirigio a la rubia.

—Si, es lo que intento. —contesto. —Por ahora soy co-capitana.

—Ah si, con Victoria ¿no? La amiguita de Lourdes. —y otra vez Franco metiendo cizaña. Martina solo lo miro seria.

—Yo ya le dije que tiene que ganar ese puesto si o si, es para lo único que es buena y se viene esforzando todos estos años para que le gane una cualquiera que aparecio recien ahora. —Silvina rió y otras risas más se escucharon en la mesa mientras cambiaban de tema, pero sabia que Martina no estaba feliz con ese comentario.

—Voy al baño. —aviso y a nadie parecio importarle demasiado.

Una vez que se levanto, espere que pasaran unos minutos y fui a ver si estaba bien.

—¿Mar? —pregunte golpeando la puerta del baño y ella me abrio.

—Últimamente nuestro lugar favorito para encontrarnos parecen ser los baños. —rió pero con un semblante un poco triste.

—¿Estas bien? —pregunte.

—Si pero debo decir que no extrañaba tanto a mi madre. —suspiro. —La amo y se que no lo hace con malas intenciones, pero a veces siento que si estuviera más tiempo aca y conmigo, no opinaria esas cosas.

—Sin dudas. —respondí. —Ser animadora no es lo único en lo que sos buena.

Ella me sonrió y se acerco para darme un abrazo. Nos quedamos asi un buen tiempo, ella me apretaba con fuerza, se notaba que lo necesitaba. Y yo no iba a oponerme. Cuando se separo, ambas quedamos mirandonos y yo estaba haciendo una fuerza descomunal para no bajar mi vista a sus labios. Y cuando crei que lo estaba logrando, fue Martina la que termino por dirigir sus ojos a mi boca. ¿Qué estaba pasando? No se si fue mi mente pero sentia que la rubia lentamente se iba acercando un poco más a mi rostro y eso hacia que mi piel ardiera. Estaba nerviosa ¿nos estabamos por besar? no, es imposible. Martina jamas me besaria.

—Chicas esta el heladoooo. —una pequeña Delfi vino a interrumpir el momento.

—Si..eh..vamos. —dije nerviosa apartandome de ella.

—Vamos. —hablo atrás mio.

Bajamos la escalera y volvimos a la mesa. Nadie nos interrogo por haber desaparecido de la mesa, es más, dudo que les haya importado pero cuando mire a Franco, el estaba mirandome con los ojos entrecerrados. Sabia que estaba pensando en algo, pero eso se lo preguntaria después.

—La noche fue maravillosa y la carne estuvo deliciosa. —dijo Dan ya en la puerta.

—Cuando quieran repetimos. —contesto mi papá.

—Nos vemos, que tengan linda noche. —saludo Silvina y todos correspondimos.

—Nos vemos Mar. —me despedi y ella solo movio su mano en un pequeño gesto.

¿Ahora como se supone que me duerma pensando en el momento-no momento que tuve con Martina? Así iba a ser muy dificil sacarmela de la cabeza.

"Idiota, no le gustas" pensé.

LULI'S SONG || MARTULIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora