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Pov Marti

Lourdes se fue caminando sin mirar atrás. Y no la culpaba. La estaba dejando ir yo con mis actitudes, pero no crean que soy una estúpida o mala persona, yo tenía mis motivos, se los juro.

—Marti, ¿qué haces aca parada? tenemos entrenamiento. —Guada me arrastró hasta el gimnasio.

—Aca estas Benza. —dijo la entrenadora.

—Estaba sacando unas fotocopias para una clase y había mucha gente. —mentí.

—Esta bien ponganse a correr, dale dale daleee. —nos gritó a todas y empezamos.

Después de un entrenamiento agotador, fuimos a las duchas. Estaban todas riendo y hablando de estúpideces hasta que entro Victoria y todas se pusieron serias y a mirarla de reojo.

—Ya terminamos, cuando nos cambiemos vas a poder entrar. —Lara le dijo y Victoria la miro confundida. —Digo porque como te gustan las chicas, no se si esta bueno que estes en el mismo lugar que todas nosotras desnudas.

—¿Sos idiota Lara? —el tono de voz de la morocha era un poco alto. —Si me gustan las mujeres pero no estoy interesada en ninguna de ustedes, gracias a Dios.

—Si pero es como si un chico entrara aca, no da. —adhirió Guada.

—Dale no sean tontas, es el vestuario de chicas, metanse cada una en su asunto y listo, no tienen porque pelear por estas boludeces. —quise suavizar las cosas.

—Ya no es la noviecita de tu mascota Marti, no tenes porque defenderla. —Lara se rió haciendo que todas las demás hagan lo mismo. Yo me quede callada y Victoria me miró negando.

—Lourdes no es ninguna mascota de nadie. —dijo acercandose a Lara bien de cerca. —Y por más que ya no sea mi novia, adelante mío no la vuelvas a llamar asi.

—Y vos no te acerques. —puso un poco de distancia la rubia alta.

—¿Por qué? ¿Te pongo nerviosa? —volvio a acercarse y vi a Lara tragar saliva.

—No todas somos unas raritas como vos ¿sabes? —la empujo y salió del vestuario indignada.

Guadalupe fue atrás de ella y las demás se cambiaron rapido para salir de ahí lo antes posible, ninguna quería quedar pegada a ningún problema.

—Estuviste bien. —le dije a la morocha con algo de nervios, ella solo me miro. —En eso que les dijiste y..defender a Lourdes.

—Alguien tenia que hacerlo. —ese fue un palo para mi y lo entendía.

—Si, claro. —no quise seguir hablando.

—Qué diran tus amiguitas si sabes que andas con ella, ¿no? —me miro mientras se cepillaba el cabello.

—No lo saben por esa misma razón. —le conteste.

—Y por eso preferis perder a Lourdes. —me miro con una cara desaprobadora.

—Ella lo entiende. —dije.

—Si pero porque ella es un amor. —levanto sus hombros. —¿Te acordas lo que me dijiste la primera vez que te pregunte sobre ella?

—Que era la mejor persona que te ibas a encontrar en la vida. —conteste recordando mis palabras de ese momento.

—Exacto. —asintió. —Y no te equivocaste en lo absoluto, estar con ella fue de las mejores cosas que me pasaron. Tener el amor de Lourdes, aunque sea un poco, aunque sea por un tiempo, fue maravilloso. —dijo entre suspiros. —Y daría lo que fuera porque ella me mire como te mira a vos. —yo jugaba con mis manos mientras la escuchaba.

—¿Por qué me decis todo esto? —le pregunte.

—Porque quiero que te des cuenta lo afortunada que sos de que una chica como Lourdes te ame. —contesto. —Y por estas tontas...—se refería a mis amigas. —No tenes porque perderlo.

Yo no conteste. Ella termino de agarrar sus cosas y se fue del vestuario, dejandome ahora si completamente sola.

Yo sabía la clase de persona que era Lourdes, yo sabía lo afortunada que era al tenerla. Todo el mundo dice "pobre Lourdes" y me tilda como la mala pero nadie me entendía y eso me angustiaba.

El aire comenzó a ser escaso, me senté en el suelo y abrace mis rodillas. Me sentía presionada, me sentía terrible. No veía salida a este problema y en ese mismo momento empece a llorar como nunca antes.

Cuando terminó el día escolar, volvi hasta mi casa con los pensamientos comiendome la cabeza. El auto en la puerta indicaba que mis padres estaban acá y yo no estaba muy contenta por eso. Amaba tenerlos conmigo pero siempre aparecian en el momento que no debía.

—Hola Muuu. —saludo mi mamá apenas cruce la puerta. —¿Como te fue hoy?

—Bien supongo, como siempre. —le conteste sin ganas.

—Te tengo una super buena noticia. —dijo ignorando lo que le dije. —Ya que se vienen las vacaciones de invierno, estuve organizandolas...

—Todavía faltan como 2 semanas. —deje mi mochila y me sente en la mesa junto a ella.

—Lo se pero estas vacaciones me emocionan mucho. —hablaba efusivamente. —Hable con Gabi y pensamos que seria buena idea ir a....—golpeo un poco la mesa como si fuera un tambor para agregarle suspenso. —¡Nueva York! —revelo finalmente.

—¿QUÉ??????? ¿DE VERDAD? —mi madre asintió. —ESO ES...ES INCREIBLE. —era una buena noticia de verdad. —¿Y VA LOURDES? ¿YA LO SABE?

—Si va, y supongo que lo va a saber hoy a menos de que salgas corriendo a contarle como ustedes dos hacen siempre. —aunque quisiera no podría porque Lourdes no me quiere ni ver.

—Mejor que la sorprenda Gabi. —dije evadiendo lo anterior.

—Entonces ¿estas contenta? —yo asentí y salte a abrazarla.

Amaba Nueva York y con Lourdes siempre planeabamos ir allí juntas. Las dos ya habíamos ido antes pero por seprado y esto era como un sueño.

—También invite a Ramiro. —esto pincho la burbuja por completo. —Lo llame, hable con sus padres y esta todo confirmado.

—¿Por qué hiciste eso? —le pregunté algo histerica.

—Porque es tu novio mi amor, y pensé que sería lindo que venga a las vacaciones familiares con nosotros. —me contesto. —Pensé que te alegrarias.

—Me alegra el viaje pero yo siempre quise ir con Lu. —hable decepcionada.

—Y va a estar Lourdes tambien. —animo. —Pero ella no es tu novia mu, vas a tener que acostumbrarte para cuando estes casada y cada una tenga su familia no pueden seguir actuando como nenas de 12 años. —ella se rió pero yo no, yo ya no estaba contenta como hace unos minutos y estaba muy segura de que Lourdes tampoco estaría feliz cuando supiera que nuestro viaje soñado iba a ser arruinado por la presencia de Ramiro.

Tenía que hacer algo urgente.

LULI'S SONG || MARTULIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora