7.- Pastillas Felices

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pd: no se me ocurrio algun titulo para esta parte, despues la pondre x,D

Cualquier idea es bienvenida jsj



- Siempre me pregunté... ¿Para qué son estas pastillas? -pregunté por curiosidad al ver cómo la azabache introducía una en su garganta y luego la pasaba con agua.

- Oh, estas son mis pastillas felices, me mantienen tranquila cuando las cosas se complican jeje... -intenté decirlo como una broma para que Anne no se preocupara, pero tuvo el efecto contrario.

- Hmm... así que estás medicada entonces-

Antes de que pudiera terminar la oración, un sonido agudo la interrumpió: era el timbre de la puerta principal, anunciando que la maestra de Marcy ya estaba en su casa para darle clases.

- Mierda, llegó un poco antes. Será mejor que te escondas. Ush, ush! -hice el sonido característico como si estuviera corriendo a algún animal- ¡Esconde!

No era algo nuevo, ya que en las últimas semanas habían formado una rutina debido a las clases de Marcy. Se despertaban muy temprano para que pudieran desayunar adecuadamente. Mientras Anne estaba en la cocina, la menor repasaba las tareas que le había dejado. Platicaban un poco antes de que llegara la maestra, y cuando eso sucedía, Anne iba corriendo rápidamente a esconderse en la habitación de Marcy.

- Marcy, ¿estás ahí? ¡Soy yo, Karin!

- Sí, mamá, ya voy! -una vez que Anne terminó de subir a su habitación, Marcy se dirigió a la puerta para abrirla, pero se dio cuenta de lo que dijo demasiado tarde- Quiero decir, ¡maestra! -su rostro se tornó rojizo de vergüenza, pues no era la primera vez que esto sucedía.

- Buenos días para ti también, Marcy -comentó con una sonrisa-. ¿Estás lista para unas 5 horas de conocimiento puro?

- ¡Claro! Tengo puesta la camiseta -decía con ánimo mientras presumía su camisa con una figura de un cerebro levantando pesas.

Mientras tanto, Anne se encontraba de nuevo en la habitación de la azabache. La primera vez no se había quedado tanto tiempo, por lo que no le prestó atención, pero ahora que pasaba más tiempo allí, no podía evitar notar los pequeños detalles que hacían que fuera "la habitación de Marcy".

Era curioso, parecía más un ático que una habitación debido a la gran ventana que tenía detrás de la cama. Había algunos posters de animes desconocidos para Anne, pero reconocía otros como "Demon Slayer" y "Little Witch Academy", gracias a su hermano menor que era fanático de ellos y la obligaba a verlos.

También había varios peluches con forma de pollitos rechonchos y almohadas con formas de luna. Pero lo que más destacaba era su pequeña área de juegos. Tenía un escritorio con una "mega ultra potente computadora PC de la NASA", al menos eso pensaba Anne, junto con algunas consolas que rara vez veía a Marcy usar.

Ese era su entretenimiento mientras esperaba a que Karin se fuera. "Maldita pero placentera vida de ninis", murmuraba para sí misma. Pero terminaba aburriéndose, ya que los juegos de la menor eran demasiado complicados para ella. En esta ocasión, se acostó en la cama y pasó el tiempo mirando su celular.

Al parecer, la búsqueda que sus padres habían emprendido había cesado. Las noticias ya no hablaban de ella, lo que la aliviaba al dejar de sentir la vergüenza de aparecer en la televisión, pero también la entristecía.

¿De verdad dejaron de buscarme? ¿Se cansaron de mí? ¿Soy tan reemplazable? ¿Ya me olvidaron?...

Hundió su rostro en una de las almohadas, sintiéndose de la peor manera posible. Quería pensar que los había preocupado lo suficiente como para que pensaran que estaba muerta y detuvieran la búsqueda, pero por otra parte, pensaba en la cruel realidad: no era una "Boonchuy" hecha y derecha como ellos esperaban, y simplemente se convirtió en una mancha en su apellido.

Se sentía agotada mentalmente; esta tormenta de sentimientos la había abrumado. Algunas lágrimas comenzaban a caer de sus rojizas mejillas, apunto de llorar, pero también brotaba otro sentimiento dentro de ella: rencor y enojo. "¿Cómo pueden hacerme todo esto y luego tirarme como basura?"

No sabía hacia dónde canalizar esta tormenta de sentimientos. Lo único que sintió después fue un dolor terrible en su mano derecha, ya que había golpeado la mesita de noche inconscientemente por la rabia.

Esto provocó un leve ruido, seguido de un pequeño quejido de dolor, que Karin y Marcy lograron percibir.

- ¿Hmm? ¿Escuchaste eso, Marcy?

- Sí, tal vez sea... ¿un ratón? -decía nerviosa. Reconoció esa voz; era Anne. Esto la preocupó, ya que era raro que hiciera ruido sabiendo que no debía ser descubierta.

- Iré a ve... -antes de que terminara, Marcy ya se había levantado de la silla y corrió hacia su habitación. "Tal vez dejé la computadora encendida, iré a ver", fue lo último que escuchó antes de que la menor se esfumara.

Al entrar a la habitación, lo que se encontró fue a Anne sentada sobre su cama, sobando su mano para calmar su dolor. Al ver esto, Marcy no pudo evitar sentir una presión en el pecho; le preocupaba.

- Mar Mar, ¿Qué haces aquí? ¿Karin se fue?

La azabache no respondió sus preguntas; simplemente tomó su mano y evaluó la gravedad de su herida, que resultó ser mínima. Solo estaba un poco hinchada y le dolía al presionar.

Anne observó curiosa sus movimientos. Marcy sacó una cajita de curitas del cajón de su escritorio y un spray antiinflamatorio, que roció sobre su mano antes de cubrirla con una curita con forma de conejito.

- Con esto debería dejar de doler -dijo, y luego le dio un tierno beso en la mano.

- Ahmmm... -esto puso por alguna razón nerviosa a Anne, ya que no sabía que Marcy podía ser tan confiable y considerada; sus mejillas ardían-. Gracias...

Cuando se dio cuenta de lo que hizo, Marcy se disculpó repetidas veces. "Perdón, perdón, perdón. Era un hábito que Karin me enseñó cuando me lastimaba, y me daba besitos para sentirme mejor. ¡AHHH, QUÉ TONTA!" Después de arrepentirse, corrió de esa incómoda situación.

Anne solo se rio de lo tierno que fue eso. Se dejó caer sobre la cama para procesar lo que acababa de pasar. Levantó su brazo y miró su mano para contemplar mejor la curita. Esto hizo que olvidara todo rastro de sentimientos deprimentes y se sintiera querida al ver como Marcy se preocupaba por ella, esto emociono ligeramente su corazón sin darse cuenta "Así que también puede ser así, ¿eh...?"

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-Marcy, ¿por qué estás tan sonrojada y sudorosa? -preguntó mientras observaba cómo la azabache estaba agitada después de haber hecho el ridículo frente a Anne.

-Era un ratón muy grande, jeje -rió nerviosamente. No sabía por qué estaba tan preocupada por lo que Anne pensaría, pero bueno, podrían hablar de eso cuando estuvieran a solas...

𓂀 𝕀 𝕨𝕒𝕟𝕟𝕒 𝕗𝕖𝕖𝕝 𝕝𝕚𝕧𝕖 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora