20.- Determinada parte II

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 - Todo en orden señorita Anne, aprobó la mayoría de exámenes y a este ritmo estará lista para entrar a la universidad de Stanford - dijo el mayordomo con voz formal a manera de elogios mientras hojeabas los exámenes con cierto orgullo- claro, después de haber terminado con su reformatorio.

Los ojos de la morena rodaron con molestia, estaba tan segura de que su padre la envía al reformatorio solo por que la odia aunque obedeciera cada minúsculo detalle que el demandara, remoto sus clases pero ahora desde casa, corrigió su vocabulario, vestía de forma mas "apropiada" y se había desecho de toda cosa de su habitación que no fuera del agrado de su padre.

Sus posters de bandas favoritas, sus álbumes que con tanto esfuerzo había comprado a escondidas, los recuerdos que su abu hop le había traído durante años que eran distintos llaveros, fotografías y camisas de distintos pauses, todo fue directo a la basura por culpa de su padre, estaba apunto de estallar y recuperar sus cosas pero recordó que si lo hacia era un boleto pagado directamente a cualquier otro lugar lejos de aquí.

Su habitación prácticamente estaba vacía, solo estaba su cama, un escritorio y una silla, y por si fuera mas, el escritorio estaba repleto de pesados libros sobre economía y finanzas, sentía como la estaba controlando de nuevo, como le quitaba su libertad.

- ¿Señorita Anne? -pregunto su mayordomo tratando de llamar su atención ya que el rostro de la joven estaba sobre un libro tratando de huir de la realidad-

- ¿Ah? Si, disculpa Josh - contesto aturdida, sentía como sus ojos estuvieran apunto de cerrarse por el cansancio mental- 

- Su toque de queda es dentro de cinco minutos señorita.

- Oh cierto, entonces - su voz era clara y suave, había cuidado su volumen y tono desde que había vuelto- debo regresar a mi habitación, gracias por las clases Josh, si me permites - dijo haciendo una pequeña reverencia y marchándose a su habitación-

Se sentía como una tonta al mencionar estas palabras, no es que no le gustara se amable, pero se sentía una mentirosa por fingir una voz tan elegante y suave, esa no era ella. Sin mas, entro a su habitación y lo primero que hizo fue quitarse sus molestos botines, llevaba todo el día quejándose en silencio por estas cosas, se tumbo en su cama y dio un enorme suspiro.

Estaba destrozada, su cabeza no daba para mas, todos los días era lo mismo, estudio estudio estudio y exámenes, estaba cosechando lo que había sembrado, faltar tantos meses a la escuela le estaba pasando factura, sus ojos cafés tenían grandes ojeras que tenia que cubrir con maquillaje para que no se notaran tanto.

Y para acabarla de moler (de molestar), tenia toque de queda cada maldito día, la seguridad que había para que no escapara era una exageración, pero decirle cuando dormir y cuando despertarse sin abandonar su habitación era mucho, tenia que estar en su cuarto antes de las nueve de la noche y si la encontraban fuera a esa hora era reprendida por su padre quien la golpeaba con una regla en sus muñecas.

Al tocarlas podía recordar el ardor y el dolor, ocultaba los moretones y cicatrices con guantes pero seguían doliendo, y como siempre su madre no decía ni una palabra, estaba la mayor parte del tiempo fuera de compras o bobeando por algún lugar lujoso. A este punto también le guardaba rencor a ella, su hermano tampoco podía hacer mucho ya que si iba encontrar de su padre disminuida la posibilidad de ser escuchado por el para cambiar de opinión.

Tenia muchas ganas de llorar, de gritar y golpear, desde que regreso a su "hogar" todo ha sido peor de lo que recuerda, y no podía desquitarse o la alejarían de ella, de su amada azabache, era lo que menos quería en este mundo.

𓂀 𝕀 𝕨𝕒𝕟𝕟𝕒 𝕗𝕖𝕖𝕝 𝕝𝕚𝕧𝕖 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora