Así transcurrieron los días, con la extraña relación que se estaba forjando con Anne. Ella buscaba un refugio temporal mientras esperaba que el mundo dejara de buscarla debido al escándalo protagonizado por sus padres en la televisión. Había decidido escapar de su hogar, dejando en claro antes de partir que no regresaría hasta que su familia aceptara que no asumiría responsabilidad en el negocio familiar.A mí me resultaba un tanto cruel que tratara así a su familia. Casi un mes había pasado, y aún no se animaba a llamarles para hacerles saber que estaba bien. Intenté convencerla de que al menos debería informarles para que dejaran de preocuparse, pero ella se negaba rotundamente.
Me había prometido que se marcharía cuando las aguas se calmaran o cuando finalmente su familia aceptara sus decisiones sobre su vida.
La convivencia en casa era un tanto incómoda. No estaba acostumbrada y seguía sintiendo nervios cada vez que la veía. Le permitía dormir en la sala a cambio de que cocinara comidas más saludables. Durante la primera semana, mostró su descontento porque solíamos consumir comida rápida y snacks.
- ¿Has estado comiendo esto...? - se detuvo a mitad de la pregunta para no herir los sentimientos de la joven. Era evidente que sí, pues eso era lo que solía comer la mayor parte del tiempo. - Quiero decir, ¿esta comida poco saludable?
- Casi todo el tiempo, excepto cuando Karin viene a darme clases. Suele preparar sopas o milanesas. Hablando de eso, me está dando hambre. ¿Debería pedir pizza o comida china?
-Espera un momento - la interrumpí mientras apartaba la mano de la menor, quien ya estaba a punto de realizar el pedido. - ¿Tienes algo en la despensa? Tal vez pueda ingeniármelas para preparar algo más nutritivo.
Al abrir la despensa, su expresión dejó traslucir una clara decepción. Solo había fideos instantáneos y golosinas que consumía cuando olvidaba pedir algo para comer. La situación empeoró al revisar el refrigerador: no había sobras ni ingredientes para cocinar.
- Son mis comidas de emergencia... - admití con cierta vergüenza. No me enorgullecía de ello, pero consideraba importante estar preparada.
- Está bien... No vamos a comer esto. ¿Qué te parece si vamos al supermercado? No hay suficientes ingredientes para preparar lo que necesitamos - sugirió, tomando mi brazo y dirigiéndonos hacia la puerta. - En cuanto al dinero, no te preocupes, yo pago...
Me quedé paralizada, aferrándome al refrigerador. - Creo que es un poco tarde para ir al supermercado. Además, a estas horas, los únicos lugares abiertos serían tiendas pequeñas. Sería mejor que pidamos algo. ¿Qué tal unos tacos de birria?
- Marcy, necesitamos alimentarnos adecuadamente. Además, estás muy delgada y pálida. Compraré algunas vitaminas para ti también - insistió, intentando arrastrarme nuevamente hacia la puerta.
- Pero... ¿y tú? Te están buscando. ¿Y si alguien te reconoce? Será mejor quedarnos en casa... - era una excusa razonable; aún la estaban buscando y podría ser peligroso. - Tranquila, ordenaré ensalada también.
- No te preocupes. Este vecindario está lejos de donde vivo. Además, en la foto que publicaron llevaba un traje elegante. Nadie me reconocerá con esta vestimenta - aseguró, señalando sus pantalones rasgados y su camiseta negra. - Además, usaré un gorrito.
No podía salir. No quería. Tenía miedo. Necesitaba una excusa. Cualquier cosa era mejor que salir afuera.
- Vamos, MarMar. Será solo un rato y luego regresaremos a casa - forcejeaba mientras me arrastraba hacia afuera. Parecía pensar que simplemente era una persona hogareña, alguien a quien no le gustaba salir, una nini. Eso le causaba gracia, pero cambió de opinión cuando notó que yo me agitaba, me costaba respirar. - ¿Qué tienes? ¿Estás bien?
- Anne... por favor, no quiero salir...
- ¿Por qué no quieres salir? - preguntó con genuina preocupación.
No respondí. Me quedé en silencio mientras ella analizaba la situación. Era más que simplemente "no querer salir"; era más bien un "tengo miedo de salir". Aún no comprendía del todo mi situación. A pesar de que había mejorado, acostumbrándome a la presencia de Anne y comenzando a hablar más, parecía que no era suficiente.
Pequeñas lágrimas escaparon por mis mejillas mientras cerraba los ojos. Anne se sintió mal, había logrado hacerme llorar. "Lo siento, Marcy. Déjame ayudarte", dijo mientras me levantaba en brazos y me acomodaba en el sofá, abrazándome. Mantuve los ojos cerrados y mi respiración seguía agitada.
Anne sintió lastima y una ligera incomodidad. No era su intención, solo quería salir conmigo, divertirse, pasar tiempo juntas fuera de casa. Se sentó a mi lado y me abrazó tiernamente para tranquilizarme.
Sentí una calidez que raramente había experimentado. Algo en ese abrazo me decía que todo estaría bien. Acepté el abrazo, rodeando la cintura de Anne con mis brazos. Eso me ayudó a calmarme un poco, lo suficiente para abrir los ojos y encontrarme con los suyos. Eran los ojos más hermosos que había visto jamás. Me sonrojé levemente y aparté la mirada. Anne encontró esto gracioso y tierno.
- Está bien, Marcy. Iré a hacer las compras. No tardaré en volver, ¿de acuerdo? Te prepararé una deliciosa cena para que olvides la comida rápida.
Con estas palabras, depositó un beso en mi frente y salió por la puerta para hacer las compras. Mi corazón latía aceleradamente, aunque aún no me había dado cuenta. Mi rostro estaba claramente sonrojado.
"Tendré que contarle la verdad cuando regrese..."
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𓂀 𝕀 𝕨𝕒𝕟𝕟𝕒 𝕗𝕖𝕖𝕝 𝕝𝕚𝕧𝕖 𓂀
Fiksi Penggemar¿Cómo puedo anhelar algo que me da tanto miedo? ¿Cómo puedo quererla si estoy tan rota? ¿Cómo puede amar a alguien como yo? ¿Puedo amar? ¿Tengo derecho a sentir?..