[Capítulo 3]

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País del Viento, Suna:
Apartamento de los Sabaku No

10:00 PM.

Ya en la noche en su apartamento, más bien en su habitación se encontraba Rasa con una laptop buscando información.
Escribió claramente un nombre en el buscador.

Tsunade Nara.

Encontró varios detalles, imágenes, informaciones pero lo único que le dio la confirmación a lo que buscaba era una foto, una foto que parecía de varios años atrás de la mujer en cuestión pero.vienfose joven junto a una chica de cabello rubio también pero un rubio como la arena.

–Entonces es en Konoha dónde tú vives… y ahora tu apellido es Nara… Tsunade Nara… con razón te había perdido el rastro.

En el mismo departamento de los Sabaku dos personas se encontraban besándose, Temari vestía una camisa blanca larga y Hidan su ropa de todo el día.

–Te amo tanto ¿sabías? –dijo Hidan a su novia separándose lentamente y cortando el beso que mantenían.

Temari rodea sus brazos a su cuello.

– ¿Qué sucede? ¿Dónde está esa cabeza? –le pregunta viendo su notable distracción.

Luego de pronunciar esas palabras el hombre la guía lentamente hasta que terminan sentados en el sofá que había detrás de ellos. 

–Déjame adivinar dónde está esa cabecita. Konoha… el nombre de eso es obsesión.

Una leve sonrisa se dibuja en los labios de la elegante rubia dándole a entender que había dado al blanco.

–Si eso lo que te preocupa puedes estar tranquilo –se acomoda al lado de Hidan descasando su cabeza en su hombro– A mi padre no le gusta nada la idea de comprar la vinícola de allá, es un terco.

– ¿Y puedo saber a quién te pareces? –recuerda burlón– Pero no hablemos de trabajo, vamos a hablar de nuestra boda.

–Bien –suspira resignada por tener que abracar un tema que no parecía alegrarle– No me gusta la idea de un casamiento pomposo de esa manera, yo quiero una ceremonia más íntima –Hidan la mira mientras una vena se marcaba en su cuello, estaba disimulando su enojo– Deja que te explique…

–No te entiendo Temari ¿No es el sueño de toda mujer casarse en una iglesia inmensa, con un vestido blanco?

–No estoy segura pero de ser el caso deberías saber que yo no soy como todas las mujeres –se levanta del asiento y queda frente a su novio en pie–  Nunca pensé en eso, imagíname entrando con un vestido blanco –mira su atuendo– Es más ya estoy de blanco, ahora con un ramo en las manos –camina hacia él con las manos como si tuviera un ramo e imita malamente la música de las bodas.

Al acabar su actuación para dejar en ridículo la seremos y se sienta nuevamente en el mueble.

–Me estremezco al pensarlo Hidan, es aburrido.

–Linda… –se acerca– Yo insisto, es mi sueño que entres de blanco.

–Pero tenemos que pensar en algo que queramos los do..

–No quiero interrumpir, seré rápido con lo que voy a decir –la voz de Rasa se siente firme como siempre entrando a la sala y llamando bruscamente la atención de los presentes– Tomé una decisión. Si esa tal vinícola Nara a la que Temari le hace tanta propaganda es buena, las cosas se mantienen en orden y el precio resulta  bueno… ¡Sabuko No la va a comprar!

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