Capítulo 10

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Abro mis ojos con lentitud y en mi campo de visión aparece un techo negro.

Me levanto del suelo duro y me doy cuenta de que le encuentro encerrado en un calabozo.

Estoy atado con cadenas de los dos pies y de las manos. Las cadenas me lastiman un poco, me queman. Debe de ser mi lado de hada.

Recuerdo que alguien me ataco por la espalda. Debo de estar dentro del castillo Tepes.

-Me alegra verte despierto -Vladimir aparece de entre las sombras del calabozo.

-¿Qué estoy haciendo aquí?

-Mi padre te encerró.

-¿Creen qué me podrán encerrar?

-Si, esas cadenas fueron bañadas en agua bendita. Estás débil... ¿Qué te parece? Hasta el hadampiro abominación tiene debilidades.

-Déjame ir, no me hagas destruir esté castillo.

-Bastián deja de fingir. Ya no estás cegado por la oscuridad. Kai te ayudo a salir de ella.

Me quedo callado.

-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué fingir qué aún eres el villano?

Suelto un suspiro.

-En estos momentos estoy pasando por una situación complicada. Y no me refiero a los seres sobrenaturales que nos están buscando.

-¿Qué te está pasando?

-Mi alma está divida en dos, en una de esas partes habita el lado oscuro que conociste cómo el Conde Drácula. Gracias a ello tengo fuertes dolores en el corazón, cómo consecuencia también puedo ver y oír a esa otra parte de mi. Si vine hasta acá e hice todo ese show, fue para mantener a Aurora lejos. No quiero lastimarla.

-Has pasado por demasiado...-se acerca a las rejas.

-Es el castigo del villano.

-Hijo...

-Perdón por morder a Killian.

-La herida ha empeorado.

-Le daré mi sangre.

Vladimir asiente con la cabeza.

-Lo harás, pero no pienso permitir que te alejes.

-Debes de entender que soy peligroso, no hay solución para mi problema. Ya lo he intentado, he ido con demasiadas brujas. Nadie me ha ayudado.

-Pues nosotros lo haremos, soy tú padre. Tengo que cuidarte Bastián. Se lo debo a Kai.

Bajo la mirada.

-Siento tanto todo lo que hice, papá.

El abre la reja, se me acerca y troza las cadenas.

-No, yo soy el que lo siente...-dice para luego abrazarme.

-No era en serio todo lo que te dije en la ciudadela -lo abrazo también -. Te lo juro.

-Tranquilo, lo sé. Solo querías proteger a Aurora.

-Perdón... perdoname por lo mal que me porte. Perdón por haberme vuelvo un monstruo sin sentimientos. La irá me nublo el juicio.

-Shhh...-me deja de abrazar y toma mi rostro entre sus manos -. Ya es pasado.

-Te quiero, papá.

-Y yo a ti -muestra una sonrisa -. Ahora necesito que cures por favor a Killian.

Asiento con la cabeza.

Mi papá me saca de los calabozos y me lleva directamente hacia la gran sala de estar del palacio. En el lugar se encuentran presentes mi hermana, un castaño al que nunca había visto antes y la familia Drácula.

-¿Por qué lo sacaste? -le pregunta Dracelus a su gemelo -. Es peligroso.

-No, no lo es. Y mucho cuidado con tus palabras, hermano. Es mi hijo del que hablas.

Me acerco a Killian.

-¿Vas a matarme? ¿Oh vas a disfrutar el sufrimiento?

-Voy a salvarte.

Me deshago de la armadura negra que invade mi cuerpo, levanto mi manga izquierda, muerdo mi mano, sale un poco de mi sangre, tomo con cuidado la cabeza del vampiro y hago que tome mi sangre.

-Eso es -digo.

Centro mi mirada en el brazo herido del nuevo Tepes. Está se va cerrando poco a poco.

-Con eso basta.

Killian deja de tomar mi sangre y su herida se cierra en su totalidad.

-Ya no entiendo nada... ¿Qué no estabas loco aún? -comenta Scorpius a mis espaldas.

Me alejo de Killian y miro a mi primo.

-Era actuación -dice mi hermana -. Estabas actuando ¿Por qué?

La miro.

-Solo quería alejarte de mi -le digo.

Ella se acerca y me da un abrazo.

-Te he echado tanto de menos.

-Y yo a ti, hermana -respondo -. Me has hecho demasiada falta.

Anhelaba demasiado esté momento, había soñado mucho con el volver a ver a mi hermana.

Me parece una ilusión el poder hacerlo ahora.

Aurora me deja de abrazar y mi mirada se pasa sobre los demás miembros de la familia.

-Sé que no tengo cara para estar aquí, delante de todos ustedes después de lo que hice. Si quieren castigarme por mis crimenes en contra de su reino, lo aceptaré.

-Fuiste una víctima -dice el rey de los vampiros -. Una victoria de mi padre. Él te manipuló. Te transformo en un monstruo, tal cómo lo hizo conmigo hace mucho tiempo atrás. Cómo yo... mereces una segunda oportunidad. No habrá castigo, Bastián.

-Pero... yo les hice mucho daño.

-Fue el Dragón -dice Emilia.

-Tía...

-Sé bienvenido de vuelta, Bastián Drácula -sonríe ella.

-Gracias -correspondo a su sonrisa.

-Valaquia ha recuperado hoy a uno de sus príncipes herederos -dice Charlotte muy contenta -. La familia vuelve a estar junta después de la terrible tormenta que nos golpeó. Esto es un motivo para celebrar.

-Antes de la celebración, tengo una petición -comento para después desviar la mirada hacia el gemelo de Dracelus -. Papá, quiero verlo. Por favor, llévame con él.

Vladimir asiente con la cabeza sin decir nada.

Los Herederos De Drácula Donde viven las historias. Descúbrelo ahora