Los Herederos De Drácula

Capítulo 33

Aurora, Killian, Bastián y los demás están en estos momentos sepultando el cuerpo de Velkan. Ya que Bastián se lo había prometido a Adrían cuándo él lo ayudo.

Después de los problemas con los sobrenaturales que querían cazarnos, los lobos y el Dragón todo ha terminado. Ya no hay nada de que preocuparnos.

Todo ha tomado su lugar nuevamente.

—Aún no puedo creer que Bastián y Lucifer hayan terminado —dice mi marido mientras los dos paseamos en el jardín del palacio —. Realmente se querían.

—Así suele suceder, pero Bastián está feliz con Zhang. Debemos apoyarlo.

—Por lo menos el Dios no están odioso cómo lo era Lucifer.

—Si...—me río —. tienes la razón, amor.

—Ahora... hay que hablar sobre el otro asunto. Killian, es un buen chico.

—No lo podía dejar solo, amor.

—No te voy a gritar ni nada, solo me tomo por sorpresa. Me cae bien, y Bastián y Aurora lo quieren cómo un hermano. Tú lo quieres cómo a un hijo, yo... puedo hacerlo también.

Lo miro.

—¿Realmente me perdonas?

Él toma mi rostro con sus manos.

—Eres mi alma gemela, Vladimir. No quiero volver a separarme de ti nunca más —me dice —. Claro que te perdono.

Una sonrisa se forma en mi rostro.

—Realmente me hiciste falta, Kai.

—Ya estoy aquí, Vladimir. Estoy bien, podemos continuar y dejar el pasado y las heridas que provocó tu abuelo atrás. Volvamos a ser lo que éramos antes de todo esto, una familia feliz ¿Si?

—Nada me gustaría más que eso.

Él se acerca y me da un corto beso en los labios.

—Tú y yo... y nuestro tres hijos contra el mundo.

—Si —respondo —. Nosotros cinco contra el mundo.

—Nunca más nos vamos a separar.

—Nunca más —lo abrazo —. Te amo tanto, Kai.

—Yo te amo más, mi vampiro tonto.

Lo dejo de abrazar, meto mi mano en el bolso izquierdo de mi chaqueta y saco un anillo.

—¿Aún lo tienes?

—Nunca lo perdería, es tuyo amor.

Tomo su mano derecha y con cuidado le coloco el anillo en el dedo índice.

—Aún te queda bien.

—Si, nunca más me lo quitaré.

—Bien.

—Lamentamos la interrupción —la voz de Bastián suena a mis espaldas.

Doy vuelta y me encuentro con él, con Aurora y Killian.

—¿Han terminado? —les pregunto.

—Si —Bastián asiente con la cabeza —. Finalmente Velkan se encuentra descansando en paz.

—Me alegro —digo.

Kai se acerca a Killian.

—Vladimir hizo lo correcto al adoptarte, Killian. Después del sufrimiento que pasaste solo, necesitas de alguien especial que te ayude.

—¿Lo acepta?

—Si —el híbrido asiente con la cabeza —. Lo acepto. Así cómo ves a Vladimir cómo un padre y a Bastián y a Aurora los ves cómo hermanos. Espero me veas cómo familia también, sé que es duro pero... te daré tiempo. Yo no...

Killian lo abraza.

—Muchas gracias, creame majestad que ya lo veo cómo familia —le dice.

—No hace falta que me digas majestad.

—¿Puedo llamarlo papá también?

—Si, si quieres.

—Gracias... papá.

—Suena bien —Kai lo envuelve en sus brazos.

—Todo termino bien al fin...—me dice Bastián.

—Lo hizo —contesto —. La oscuridad finalmente se ha ido por completo.

—¿Ahora qué? —pregunta —.¿Qué haremos?

Kai y Killian se dejan de abrazar.

—Yo quiero volver a Corea, por lo que me dijeron mis padres se ha hecho cargo de todo por mi. Es tiempo de que vuelva y tome mi lugar nuevamente.

—¿Seguro qué quieres hacerlo, amor?

—Si.

—Bien, si es lo que deseas entonces así se hará.

—Yo también quiero volver —dice Aurora —. Hace mucho que no veo a la familia y quiero hacerlo.

—Yo también quiero ir de vuelta a Corea, extraño a los abuelos y a Ji-hu. Quiero verlos también —dice mi hijo Bastián.

—Bien —asiento levemente con la cabeza —. Volverán a Corea los tres. Yo me quedaré unos meses más, aún quedan cosas que hacer aquí. Y no quise dejar a mi padre con todo el trabajo.

—Está bien —dice Kai —. Te esperaremos en casa.

—Les prometo volver antes de fin de año.

—¿Y tú Killian? —Bastián lo mira —.¿Te quedarás con nuestro padre? ¿Oh vendrás con nosotros?

—Bueno... yo quisiera quedarme aquí con papá. Quiero ayudarlo un poco en su trabajo.

—Cómo quieras Killian, volverán los dos a Corea cuándo tu trabajo aquí se termine. Ahora formas parte de dos familias reales, eres un príncipe de Corea ahora también. Tenlo en claro siempre ¿Si? —dice el hadampiro —. Puedes contar con nosotros para todo.

—Si, papá no te preocupes. Muchas gracias —responde el oji-azul.

—Papá... ¿Crees qué me pueda acompañar Sebastian? —Aurora se me acerca.

—Si él lo quiere, puede hacerlo.

—¡Muchas gracias!

Odio separarme de ellos, pero solo será por un corto tiempo.

Volveré a Corea cuándo todos los asuntos pendientes aquí se acaben por que mi lugar es con ellos.