Capítulo 21

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—Adelante mi querida versión débil, abre los ojos. Tú y yo tenemos mucho de que hablar.

Abro mis ojos con lentitud, mi vista se aclara por completo y me encuentro de frente con mi demonio personal.

—Tú.

—Hola, Bastián.

Observo el alrededor, me encuentro en medio de la sala del trono del palacio oscuro que había creado.

—¿Cómo es qué...?

—¿Cómo es qué estás aquí? Estás dormido.

—¿Estoy soñando?

El Conde Drácula avanza hacia el trono y después toma asiento.

—¿Cómo es qué puedo verte en estos momentos? —lo miro.

—Somos el mismo ser.

—Esa respuesta no me gusta, sé claro.

—¿Por qué no voy directo al asunto importante? Estoy cansado de estar encerrado. Quiero salir a jugar un rato.

—No.

—¡Oh Basty! Definitivamente eres tonto —dice para luego sonreír —.¿De verdad crees qué vas a poder enfrentar tú solo todos los problemas por los cuales pasa la familia? No eres lo suficientemente fuerte para ello. No tienes las agallas para hacer lo que hay que hacer.

—¿Y qué hay qué hacer?

—Matar —responde tranquilo, se pone de pie, camina hasta llegar a mi, se coloca a mis espaldas y me toma de los dos hombros —. He visto lo que ese hombre lobo es capaz de hacer. Es rápido, fuerte y salvaje. Nosotros podemos estar a su nivel para cuidar de Aurora y de nuestro nuevo hermano Killian. Tan solo tienes que dejarme salir.

—No, tú lo único que deseas es terminar lo que no pudiste hacer un año. Quieres asesinar a los Tepes de la forma más cruel posible, quieres matar a Vladimir lenta y dolorosamente.

—Si, no te voy a mentir mi amado doble. Eso es exactamente lo que deseó —me suelta para luego ponerse frente a frente conmigo —. Quiero hacer pagar a todos ellos, en especial a Vladimir y a Jace. Pero también quiero garantizar nuestra vida, ese lobo... se concentro únicamente en nosotros.

—¿Qué dices?

—Carajo... ¿Acaso no lo notaste en las dos últimas ocasiones en que nos atacó? La primera vez que lo vimos, no fue tras Vladimir. Fue directo hacia nosotros. Y en la segunda hizo exactamente lo mismo, no fue tras ese sexy Dios Dragón. Fue tras nosotros —responde —. Puedes llamarme loco mi querido Bastián, pero ese lobito tiene algo muy personal contra nosotros.

—¿Personal? ¿Y qué podría ser? Nunca nos habíamos encontrado con él antes.

—Eso es exactamente lo que debemos de averiguar. Yo puedo acelerar las cosas. Tan solo déjame tomar el control y te prometo que todo el asunto del hombre lobo llegará a su final. No te preocupes por los Tepes... no les haré ningún daño, para mi lo más importante es el hombre lobo.

—¿De verdad crees qué te voy a creer? Eres un loco, vengativo, sangriento y despiadado vampiro híbrido.

—Basty... realmente me conoces cómo a la palma de tu mano.

—No saldrás, y es definitivo Conde.

Los ojos del híbrido malvado cambian a un color morado, gruñe cómo un gato, me toma del cuello, me lleva hacia una de las paredes y me paga contra ella con fuerza.

—Tú ya te has divertido bastante, Bastián. Es justo que yo también tenga un poco de acción —aprieta más mi cuello —. Yo también quiero hacerlo.

Me libero del agarre del vampiro, lo empujo, el Conde Drácula sale volando y cae al suelo.

—No, no te pienso dejar libre jamás ¿Oíste? Tú has sido lo peor que me pudo haber pasado en la vida. Eres un maldito demonio.

—Somos un maldito demonio, somos el mismo —responde.

—No...—niego con la cabeza —. No somos el mismo. Jamás hemos sido el mismo, yo fui criado por dos personas excepcionales, dos personas que salvaron a todo el mundo una vez. Soy hijo de dos héroes, en cambio tú. Lo único que eres es el producto de las ambiciones de un viejo vampiro. Yo soy Bastián Drácula, hijo de Vladimir y de Kai. Jamás seremos el mismo —me comienzo a acercar al Conde —Es hora de que lo entiendas de una vez por todas, Conde —llego y coloco mi pie izquierdo sobre su pecho.

—Vaya... pero que gran discurso acabas de dar ¿No has pensado en ser escritor?

Le gruño, él hace lo mismo, me golpea fuertemente en mi pie, me toma y me tumba al suelo para terminar encima de mi.

—No estoy dispuesto a seguir siendo tu puto prisionero, Basty —dice molesto —. Me has dejado encerrado el tiempo suficiente —clava su mano derecha en mi pecho para luego tomar mi corazón —Es tiempo de que yo también me divierta.

Sus ojos vuelven a cambiar de color a morado y un intenso dolor en mi corazón comienza.

—No te preocupes, no haré nada extremadamente malvado —el Conde Drácula muestra una sonrisa —. Aurora estará bien, no le haré absolutamente nada.

El Conde Drácula se transforma en una energía morado y después se adentra en mi pecho.

Cierro con fuerza los ojos.

—Bastián —la voz de Killian se oye a lo lejos.

Abro los ojos lentamente y el vampiro aparece en mi campo de visión.

—Vamos, hermano es tiempo de despertar. Ya es de mañana, todos te están esperando para desayunar.

Me levanto del sofá y volteo hacia la ventana de la sala de estar.

—Si, tienes razón ya es de mañana. Una hermosa mañana.

—¿Estás bien?

Me concentro en el vampiro.

—Me siento mejor que nunca, hermanito.

Me levanto.

—Vamos, no hagamos esperar a la familia.

Camino hacia la salida y junto con Killian dejamos atrás la sala.

Los Herederos De Drácula Donde viven las historias. Descúbrelo ahora