Dos días han pasado desdé que Lucifer y yo cruzamos nuestros caminos por última vez.
Aún me cuesta mucho trabajo creer que todo ha llegado a su final entre nosotros.
De nuevo estoy solo, tal cómo pasó hace tiempo cuándo Marinette fue asesinada por los demonios del inframundo.
Solo que está vez me siento mucho peor a cómo me sentí en esa ocasión.
—Bastián —la voz de Aurora se oye del otro lado de mi puerta —.¿Puedo pasar?
—No quiero ver a nadie en estos momentos, por favor hermana déjame solo.
—Hermano, han pasado dos días. No has salido para nada. Todos estamos preocupados por ti —responde ella.
—Estoy bien, solo no quiero ver a nadie.
—Basty...
—¡Déjame solo!
—Está bien... solo recuerda que no estás solo.
Escucho cómo se va y de nuevo estoy yo con mis pensamientos. Mi mente no para de hacerme recordar todos los momentos que pase con Lucifer en la escuela espada del dragón. Aquellos momentos sin duda fueron únicos, quisiera tener el poder de regresar el tiempo para así poder revivir aquellas emociones que sentí en su momento al lado de él.
No entiendo el por que tienen que pasar esté tipo de cosas.
Las almas gemelas siempre tienen que estar juntas, son almas destinadas a estarlo desdé que nacen.
Realmente voy a echarlo de menos.
La puerta se abre, salgo de mis pensamientos y volteo hacia la puerta.
—Papá quiero estar solo.
—Bastián, no puedes quedarte encerrado — él cierra la puerta a sus espaldas —. Escucha hijo...—él camina hacia mi y se sienta al pie de mi cama —Sé que te duele mucho lo que pasó y créeme que haría todo lo que estuviera en mis manos para evitar que sintieras el dolor de un corazón roto. Pero no puedes encerrarte para siempre.
—No me entiendes.
—Lo hago —responde —.¿Olvidas qué Kai está en un hechizo del sueño?
—Es completamente diferente, tu matrimonio podrá seguir después de que mi padre se despierte del hechizo. En cambio yo... no podré recuperar lo que tenía con Lucifer jamás. Él jamás volverá.
—Hijo...
—No entiendo por que tiene que pase esté tipo de situaciones. Es demasiado doloroso.
—Bastián, eres fuerte. Sé que podrás seguir adelante.
—Honestamente no lo creo —abrazo mi almohada —. Me siento muy mal en este momento. No tengo ánimos para nada.
—Me preocupas demasiado hijo.
—Solo déjame solo, te lo pido por favor.
—No puedo hacer eso, no puedo dejar que te vengas abajo ahora —me dice —. Ponte de pie.
—No quiero.
Papá se levanta, se me acerca y me toma de una de mis manos.
—Anda.
—No, papá no quiero salir.
—Tienes que, no puedes quedarte aquí siempre. Además necesitas comer algo. En estos momentos debes de sentirte débil.
—Papá...
—Anda, no me hagas repetirlo. Vamos a caminar un rato.
Suspiro con fastidio y me levanto de la cama. Mi padre me lleva hacia la salida y me saca de mi habitación para caminar por el pasillo.
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Los Herederos De Drácula
Science FictionA un año de la terrible guerra provocada por la irá y por la manipulación que el malvado Vlad El Dragón provocó en ahora hadampiro abominación. La desesperación y la tristeza sigue presente en la vida del joven Bastián Drácula, el temor de volver a...