Némesis

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México-Mexico.
10 de Agosto del 2021

El juego de las atrapadas jamás había sido el favorito de Valeria, nunca fue la más rápida del salón, o la más ágil en gimnasia. Realmente era una de las clases que más odiaba, sentía que la profesora de cierto modo la tenía agarrada con ella, tal vez se debía a su aura de chica rebelde, pues los profesores y las personas, suelen mal interpretar el concepto de llevar el cabello pintado de colores fantasía.

Recordaba todas las veces que sus padres tuvieron que ir al colegio, porque a los profesores no les parecía que llevará el cabello de ese tono azul eléctrico tan llamativo. Claro que sus padres siempre encontraban la forma de defenderla, además de que Valeria nunca había Sido mala estudiante, y sus notas eran implacables, demostrando que un color de cabello con te etiqueta.

Entonces la profesora aprovechaba el hecho de que Valeria estaba en su clase, para exigirle más que a sus compañeros, sabiendo que no era la mejor en actividades físicas. En una ocasión la obligó a participar en una coreografía con sus compañeras, porque de lo contrario no le pondría la nota en su materia, y también la obligaría a entrar al club de porristas, para poder pasar de años.

No podía olvidar el terror que sintió, cuando las chicas, la olvidaron a ser la punta de la pirámide, debido a que era la que menos pesaba, y aun así, para asegurarse de que nada iba a salir mal, y todas iban a soportar su peso, le obligaron a realizar una dieta estricta para que se viera bien en el uniforme.

El uniforme, odiaba esas minis que te hacían ver cómo una puta frente a todos. Sentía que si se agachaba terminaría mostrando todo y eso la llenaba de incomodidad. Solía usar faldas con cadenas, las cuales le llegaban al muslos o un poco más abajo de estos. Eso la hacía sentir bien. A diferencia del uniforme de porrista, que la hacía sentir como un trozo de carrera expuesto a la venta, para que el mejor postor lo consumiera.

Claro que esos tratos cambiaron en tercer año de secundaria, cuando su hermano regreso de haber estudiado en el extranjero, y se enteró de todo lo que estaba ocurriendo. Aún no sabía cómo lo había hecho, pero aquella profesora había terminado sin trabajo, y el equipo de porristas fue disuelto, nombrando a una nueva lides, quien con otros ideales mejoro este.

Claro que ya no estaba en el instituto, dónde su hermano lo podía solucionar todo. Ahora era indispensable que no la atraparán. Ya no era un juego de niños, en el patio de la escuela, ahora eran perseguidos por personas que harán cualquier cosa por acabar con la vida de sus presas.

Noto que la mirada de su hermano estaba sombría, sus manos sudaban. Estaba nervioso. Su hermano no solía ponerse nervioso, realmente siempre lo habia visto seguro de si, pero algo en ese hombre, sabía que ponía a Aiden de los nervios.

Quería preguntar pero sabía que no era el mejor momento, después de todo cuando te está persiguiendo un grupo de asesinos en series, no es el mejor momento para hacer preguntas, toda tu concentración debería estar en llegar a un lugar seguro, luego tal vez, y solo tal vez, podían hablar de lo que estaba ocurriendo.

Podía sentir los pasos de aquellas personas, sentía que los estaban rodeando con rapidez, igual que a un grupo de ratas, que son perseguidas por los dueños de alguna casa donde no son bien recibidas.

Recordaba que una vez su padre tuvo que casar una, un enorme rata que se la pasaba recorriendo el ático de la casa, haciendo mucho ruido y rodeando los muebles. Madre decía que siempre encontraba eses de esa despreciable criatura por los rincones de la casa yendo al ático, ella jamás los vio, pero si su madre lo decía, tenia que ser cierto.

Ella jamás vio el cuerpo de esa rata, pero solo supo que sus padres la habían matado, porque un día, solo dejo de escuchar el ruido en el ático, dejo de escuchar las quejas de su madre, y su padre solo miraba el periódico, continuando su vida con tranquilidad.

【✜ Escapando De La Muerte ✜】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora