·Distorsión·

36 5 0
                                    

Estados unidos-Texas
20 de abril de 2021.

La BEL, institución que ha permanecido oculta durante muchos años del resto del mundo, su ubicación sigue en el anonimato para las personas ajenas a esta. Su misión principal es estudiar cualquier virus, parásito, bacteria o infección que aparezca, analizando los riesgos que esta puede causar, no solo en el ámbito de la salud, sino en general, ya sea psicológico, social o económico.

Era por ello que aquella instalación se dividía en varios sectores, cada uno destinada a una investigación diferente, lleno de profesionales que día a día, hacían su mejor empeño para llevar a cabo, su trabajo de manera rápida y seguirá.

Pero todos con el mismo propósito.

Aquel día de radiante sol, la doctora Miller luego de la entrevista con los medios de comunicación, se dirigió a una junta rápida, de la cual salió 3 horas después. En la cual trataron el tema de cómo el virus había influido de manera psicológica en la sociedad de hoy en día, provocando rechazo ante las personas o supervivientes provenientes de Venezuela y hacia otros extranjeros. Claro que no podían olvidar el hecho de que poco a poco, las personas estaban perdiendo más la esperanza en la BEL, teniendo como consecuencia que la institución perdiera credibilidad.

Mientras transitaba por aquellos interminables pasillos blancos, rumbo al elevador, en la menta de la morena, no paraba de repetirse las palabras de Jonh Cooper, el hombre encargado de aquella organización. Un hombre con aire elegante, a la par de intimidante, con atributos que cualquier mujer soñaría, y el hombre envidiara. Una inteligencia impresionante, pero con una debilidad, y ese era el poder.

La orden directa que le habían dado, no dejaba de carcomer pensando en los mil futuros posibles, ninguno era bueno. Lo único que podía hacer, era esperar unos días para solicitar una cita con aquel hombre e intentar hacer entrar en razón.

Claro que eso sería difícil.

Más si tomaban en cuenta, el hecho de que otras compañías y laboratorios internacionales, se encontraban en la misma búsqueda que ellos. Una búsqueda que para la humanidad significaba seguridad y salvación, mientras que para muchos líderes mundiales solo era sinónimo de poder.

Todo giraba a base de esa palabra.

Ella dijo escapar un suspiro lleno de frustración, a la vez que llevaba una de su mano a su cien y acariciaba está con movimiento circulares. Se detuvo frente a un par de puertas metálicas, seguidamente saco una tarjeta rectángula de color rojo, para introducirla en el lector ubicado a la derecha. Las puertas no tardaron en abrirse revelando el interior de la habitación.

Un laboratorio lleno vitrinas con productos químicos y algunos hasta tóxicos, mesones enormes que eran ocupados por diferentes herramientas, un computador conectado a diferentes maquinarias. Todo lo necesario para analizar e investigar.

Sus ojos grises miraron el lugar y no se sorprendió al no encontrar cierta presencia en este. La mirara de la científica cayó sobre uno de los mesones, donde aprecio una tabla último modelo, con un forro negro para su protección, reposando sobre el gris y frio metas.

Definitivamente había salido a dar un paseo por las sedes.

Aquello le arrancó un segundo suspiro.

Tenía una pequeña idea de a donde pudo haber ido aquel híbrido, sin embargo con Vector Pérez jamás se sabía, pues aunque tuviera próvido acceder a algunas zonas de la institución, no sabía cómo, pero siempre se las arreglaba para ingresar a esta.

Solo esperaba que ese no fuera uno de esos días.

Tras girar sobre sus talones, comenzó a avanzar fuera de la habitación. Encontrándose con varias personas, las cuales poseían batas blancas al igual que ellas, donde sus nombres y apellidos estaban escritos en estas. Sus compañeros le saludaban algunos con disimulada hipocresía, mientras que otros solo le ignoraban.

【✜ Escapando De La Muerte ✜】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora