México-Ciudad De México.
20 junio de 2021.Apenas eran las 5 de la madrugada, el sol aún no había salido, y el cielo seguía oscuro. Los ángeles exterminadores, aún con lagañas en los ojos, habían sido reunidos por Vector en el estacionamiento del convento, a más puro llamado militar. Robert a su lado, intentaba reprimir algunas risas de burlas, al ver a los chicos aun con caras de sueño, rostros llenos de confusión e incluso algo de fastidio.
Los únicos que no parecían afectados eran los gemelos.
No estaban bajo ataques, pues la zona estaba más tranquila que un cementerio o un desierto. Pero entre Robert y Vector habían decidido que era momento de moverse, los cobras se estaban acercando mucho a su ubicación, no podían salir a explorar o buscar provisiones, sin encontrarse a un grupo de uniformados, de los cuales tenían que ocultarse, no querían tener enfrentamientos por los momentos.
Menos con ellos, sabían que era una acción suicida.
Así que era momento de moverse, aun no estaban preparados para un enfrentamiento como ese.
—¡Quiero dormir, Vector! —La voz de Ann se alzó entre el grupo, mostrando su inconformidad, respecto al trato que le daba— Algunos si queremos dormir nuestras 8 horas, sabes.
—Salimos en 20—Esta vez quien habló con voz de trompeta fue Robert—Tomen sus cosas, y suban a los vehículos—Tal vez se debía a que muchos apenas si procesaban la información debido al sueño, pero tardaron un momento en reaccionar. El grito de Robert fue lo que provocó que sus piernas se movieran—YA, YA, YA.
Como pequeños conejos todos se dispersaron lo más rápido posible. Menos los gemelos, que ya habían comenzado a caminar hacia los dormitorios durante la primera orden que dieron. Robert reprimió una baja risa, pues no podía evitar recordar esos primeros días en el ejército.
A los 20 minutos todos se encontraban ya en los diferentes vehículos, terminando de poner sus cosas en el interior de este, y dispersándose para cada uno tomar asiento para poder descansar al menos unos minutos más. La vida les había enseñado a dormir hasta de pies como las gallinas, dando a entender que lo hacía falta para caer en un profundo sueño, era exactamente eso, tener sueño.
Entre todo lo apresurado que estaban Vector se percató que la científica no estaba con ellos. Aquello lo hizo extrañarse, pero ahora que recordaba, cuando despertó al resto, no la vio en fila junto al resto del equipo. Realizó un ademán que Robert comprendió y asintió con la cabeza para que el chico fuera a los dormitorios.
Cuando llegó al dormitorio, aprecio su alrededor, su mirada se llenó de ternura, cuando encontró a Vera profundamente dormida, abrazando su bolso. Seguramente una de las chicas, la había alertado de lo que ocurría, pero el sueño le ganó nuevamente y se quedó dormida en ese lugar. Ella se había recogido el cabello en una media cola, y algunos mechones caían sobre aquel delicado rostro color canela. Sus labios estaban entreabiertos, mientras que su respiración era relajada, dándole un aire angelical.
—No sé por qué, pero no me puedo enojar contigo...
Susurró el cazador, mientras se acercaba a ella y con cuidado colocó una de sus manos en los muslos de la científica, mientras que la otra la dirigió al torso, para en un movimiento rápido elevarla, cargándola en un estilo princesa. La cabeza de Vera se recargo al pecho del cazador, mientras abrazaba con más fuerza el morral.
Apenas salió se encontró con el camión blindado, detrás de este, estacionado se encontraba un vehículos de encubiertos, cortesía de la República Mexicana. Hace dos días atrás Vector regresó con aquel "regalo" pero esa es otra historia que les contaré en otra ocasiones.
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【✜ Escapando De La Muerte ✜】
Science FictionHan trascurrido dos años desde la aparición de aquella infección, que llevo a la destrucción aquel país, que alguna vez fue conocido como Venezuela, un palacio tropical, rico en cultura, paisajes y lugares turísticos, pero uno de los atributos más r...