Slytherin¹ | Regulus black

XV. trato con Voldemort

La señora Potter sirvió una bandeja de galletas, James y yo le agradecimos para empezar a comerlas.

Estuvimos un rato hablando y comiendo, ya era tarde y pronto los señores Potter nos mandarían a dormir.

La chimenea se encendió, dando a entender que alguien había llegado.

James y yo tomamos nuestras varitas rápidamente, últimamente no sabías quien podría llegar a tu casa.

Las bajamos cuando nos dimos cuenta de que era Sirius, estaba destrozado, tenía heridas algo profundas y su cabello era un desastre.

Nos apuramos a llamar a los señores Potter.

Le pedimos a Sirius que nos explicara todo lo que había pasado.

Les contó que sus padres habían decidido hacer una reunión con Tom en su casa y que habían decidido hacer que él y Regulus se unieran a los Mortifagos, nos contó que cuando él se había negado, sus padres no se lo habían tomado muy bien.

- ¿Dónde está Regulus? – Jen pregunto - ¿Por qué Regulus no vino contigo?

- Él no hubiera querido venir, le fascina ser el niño perfecto de mamá y papá

- ¿aunque sea le preguntaste? – Sirius se quedó callado. – eres un idiota.

Jen se levantó del sofá, tomo su chaqueta y un poco de polvos flu.

- ¿adónde vas? – James le pregunto.

- A por Regulus.

- ¿no escuchaste lo que dije? Voldemort está ahí.

- No me importa.

La pelirroja se metió a la chimenea, pronuncio la dirección y en menos de un segundo se encontraba en medio de la sala de la mansión Black, con un montón de personas mirándola.

Los mortifagos alzaron su varita apuntando hacia ella, Jen loa ignoro, busco con la mirada a Regulus, no le fue difícil encontrarlo, este también la miraba fijamente, la pelirroja miro su brazo izquierdo, no había nada, había llegado a tiempo.

- Miren a quien tenemos aquí – Tom entro a la habitación, la mirada fija en la pelirroja – bajen sus varitas – ordeno a los mortifagos - ¿cambiaste idea?

- No – respondió la Slytherin – pero tú y yo tenemos que hablar.

Tom hizo un ademan para que lao siguiera.

- ¿Qué quieres?

- ¿adolecentes ¿enserio? – le pregunte – al menos esperaría a que cumplieran la mayoría de edad.

- Los jóvenes son más fáciles de convencer.

Jen negó con la cabeza.

- Has perdido la cordura.

- No creas que no sé porque estás aquí, quieres que no le coloque la marca a tu noviecito.

- No lo harás.

- ¿enserio? Porque tener al heredero de los Black de mi lado sería una gran ventaja para mí, ¿Por qué no lo haría?

Suspire, Tom quería negociar.

- Tu puedes morir, solo tendría que llevar una investigación adecuada y encontrar tus horrocruxes y estarías muerto, en cambio, tú a mí no me puedes matar.

- Ve al punto, Jen.

- Tú no te metes con mis amigos y yo no hago nada en tu contra, no me uniré a ti, pero tampoco tratare de detenerte.

Tom lo pensó un rato, sabía que lo beneficiaba más a el que a mí, pues a él no le afectaba en nada no matar a unas cuantas personas y estaría mucho más seguro si yo no le decía a nadie.

- Trato – Tom me ofreció su mano, como manera de sellarlo.

La tomé y la solté rápidamente para dirigirme a la sala por Regulus.

- Nos vamos – le dije.

- ¿Qué? – pregunto sorprendido.

- Voldemort ya no te quiere, nos vamos.

Bellatrix Lestrange se acercó a nosotros.

- ¿Qué crees que haces niñita? – me pregunto – nadie ira a ninguna parte.

- No te metas – le dije.

- No me obligues a matarte.

- Quiero verte intentándolo.

Bellatrix saco su varita y apunto al cuello de Jen.

- Déjala Bellatrix – Tom ordeno

- Pero... mi señor... ella se quiere llevar a Regulus.

- Lo sé, ya hablamos de eso, deja que los dos se marchen.

Regulus miro a la pelirroja sorprendido.

Jen tomo su mano y los aparecieron en la mansión Potter.

Hay se encontraban James, Sirius y los señores Potter.

James se lanzó a abrazar a la pelirroja.

- ¿sabes la estupidez que hice? – el pregunto.

- Está bien, todo salió bien.

Después de una breve explicación de lo que había pasado los señores Potter los mandaron a dormir, Jen sugirió que Regulus durmiera con ella, para no tener que despertar a los elfos y hacer que arreglaran una habitación.

- ¿Qué le ofreciste? – Regulus le pregunto cuando los dos se encontraron sentados en la cama - ¿Qué le ofreciste para que nos dejara ir?

- Nada – respondi – no le ofrecí nada.

Le mostré mi brazo izquierdo, probablemente pensaba que tal vez yo me había ofrecido en su lugar.

- ¿lo conocías? – pregunto – voldemort actuó como si te conociera,

- Es un familiar lejano – respondi – antes de que se convirtiera en... Voldemort, se llevaba bien con mi padre, por lo que si lo conozco.

- Hiciste una aparición, ¿Cómo es eso posible?, todavía no cumples la mayoría de edad.

- Supongo que estaba tan desesperada por que nos fuéramos que de alguna manera logre hacerla.

Regulus se quedó callado.

Tome su cara en mis manos y lo obligue a mirarme.

- Todo está bien – le dije – todo va estar bien, no permitiré que nada malo pase – Deje un pequeño beso en sus labios – deberíamos irnos a dormir, mañana tendremos muchas cosas que hacer.