VIII. Lili Evans.

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Jen se encontraba acostada en el pasto de los terrenos de Hogwarts, a veces necesitaba esos momentos de total soledad, para pensar, tenías mucho en lo que pensar si habías vivido más de mil años.

Había recibido una carta de Klaus, el vampiro que la convirtió, el pedía verla en la próxima salida de Hogwarts, ella no estaba segura del porqué, pero esperaba que trajera bolsas de sangre con él, porque se le habían acabado la reservas y le asustaba la idea de morder a alguno de sus compañeros, le asustaba la idea de que de dieran cuenta de lo que era.

Pensó en Regulus, no entendía como era posible que se pareciera tanto a su antepasado.

Había investigado todo lo que le era posible, pero seguía sin encontrar una razón lógica, eso la estresaba, se había acostumbrado a obtener las respuestas de todas sus dudas, no le gustaba no tener la respuesta de algo.

Cerro los ojos para calmarse, con tan solo pensar en eso se enojaba, y no pasaban cosas buenas cuando ella se enojaba, la última vez casi acababa con un pueblo muggle completo.

También estaba Tom Riddle, él le estaba dando demasiados problemas, él sabía lo que era y ahora parecía querer ponerse en contacto al enterarse que había vuelto a despertar, Jen estaría gustosa de ir si el no estuviera intentando iniciar una guerra mágica.

Tantas cosas para aparentar ser una niña de 11 años.

- hey – escucho como una voz tímida la saludaba.

Jen abrió los ojos, Lili Evans se encontraba al frente de ella, mirándola con una sonrisa nerviosa-.

- Hey – respondió el saludo – Evans, ¿verdad?

- Si – la pelirroja sonrió – nos conocimos a principio de año, ¿recuerdas?

- Si, nos tropezamos en el pasillo cuando iba a la biblioteca.

La pelirroja asintió.

- ¿puedo sentarme? – pregunto

- Claro.

Estuvieron en silencio un momento ninguna de las dos pelirrojas parecía saber que decir.

- ¿ese es orgullo y prejuicio? – pregunto la chica, Jen asintió – siempre he querido leérmelo.

Jen lo tomo y se lo paso.

- Te lo presto, solo no lo dañes, es una versión muy antigua.

- Si te lo estás leyendo, no es necesario.

- no hay problema, además me lo he leído cientos de veces, ya me lo sé de memoria.

- Gracias – agradeció la pelirroja – Eres muy amable.

Después de eso las dos empezaron una muy agradable conversación.

La Evans era muy divertida e inteligente, no fue difícil para Jen comunicarse con ella, incluso podía utilizar un lenguaje más maduro.

Slytherin¹ | Regulus blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora