Slytherin¹ | Regulus black

XXII. uno de los horrocruxes.

Jen se encontraba en el sótano de su casa, miraba atentamente todas las reliquias que había en él.

Estas llevaban generaciones hay, los miembros de la familia Slytherin los habían dejado hay durante generaciones, con la esperanza de que sus descendientes pudieran ver los recuerdos que ellos habían dejado.

También había unas cuantas cosas de ella, que había dejado por si alguna vez no despertaba del sueño.

Miraba atentamente cada cosa, durante esa vida casi no había bajado al sótano y las pocas veces que lo había hecho lo hizo de rapidez, sin tomarse el tiempo de mirar bien cada cosa.

Buscaba con la mirada su objeto favorito, el guardapelo de Salazar Slytherin.

Lo estuvo buscando por un rato, a veces Flíp cambiaba la posición de las cosas.

Rebusco por todos los lugares, hasta en las cajas en las que se encontraban los objetos más insignificantes.

Fruncí el ceño cuando me di cuenta de que no estaba hay.

Empezó a buscarlo de manera más desesperada, ese guardapelo no se podía perder, era demasiado importante para su familia, era demasiado importante para ella.

Estuvo pensando un buen rato donde podría estar, hasta que algo hizo clic en su cabeza.

A Tom siempre le habían gustado las antigüedades, y sabía que cualquiera se lo pensara dos veces antes de destruirlo, sabía que Jen nuca sería capaz de hacerle cualquier tipo de daño.

- ¡MALDITO BASTARDO! – Jen tomo lo primero que encontró y lo tiro contra la pared, intentando liberar su enojo.

Pudo escuchar como Regulus bajaba las escaleras, yendo hacia ella.

- ¿estás bien? – él le pregunto preocupado cuando entro - ¿Qué paso?

- No encuentro el guardapelo – respondi, evitando la parte de que Tom lo tenía.

Regulus asintió, aunque la Slytherin estaba segura de que él no lo entendía.

- Podemos conseguirte otro, son algo costosos, pero no mucho.

Negué con la cabeza.

- Este no es cualquier guardapelo Reggie, es el guardapelo de Salazar Slytherin, es una reliquia de mi familia.

El Black parecía ahora entenderla más.

- Debe estar por aquí, no te preocupes, te ayudo a buscarlo.

Los dos estuvieron un buen rato buscando, pero Jen sabía que no encontrarían nada.

Ahora sabía que derrotar a Tom no estaba en sus manos, ella nunca sería capaz de destruir el guardapelo, ella no sería capaz de destruir la única cosa que le quedaba de su abuelo.