XXIV. viejos amigos vampiros

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Jen abrió cuidadosamente la reja de la entrada, en la puerta había dos jóvenes vampiros, o eso suponía la pelirroja que eran, al verla le abrieron la puerta.

La mansión era antigua, pero no tanto como la pelirroja.

Recorrió los pasillos guiándose por la música clásica para llegar hacia el salón.

Los vampiros estaban dispersos por todo el salón, todos se conocían y todos hablaban con todos.

- Jen Slytherin – la pelirroja se giró encontrándose con una bonita niña rubia y de ojos azules – años sin verte.

- Abby – la pelirroja le sonrió – no has cambiado nada.

- Te vez más joven – la rubia le sonrió – ven, te estábamos esperando

Jen la siguió, Abby las llevo a una de las mesas en donde estaban sentados cuatro vampiros.

Mitchell era el más joven de todos, llevaba su largo y ondulado pelo recogido.

Bill estaba sentado al lado suyo, era el que lucía más viejo, había sido convertido cuando tenía 30 y tantos de años.

A su lado el famoso conde Drácula que la miraba con una media sonrisa.

Y al lado suyo estaba Klaus, que parecía no importarle mucho la parecencia de la pelirroja.

- Alguien por fin se cansó de dormir - Mitchell fue el primer en saludarla.

- Alguien se olvidó lo que era un corte de pelo decente – le pelirroja le respondió mientras se sentaba al lado de Klaus.

- ¿has visto el pelo de tu novio? – Klaus le pregunto.

- A él si se le ve bien – Jen respondió mientras tomaba una copa de sangre.

- ¿Quién es el desafortunado que sale con esta lunática? – Drácula pregunto ganándose una mala mirada de la chica.

- Es mejor salir con la lunática de Jen que con la lunática de Abby – Bill respondió a lo dicho por Drácula.

La rubia miro a su amiga.

- Hombres, siempre diciendo idioteces – le dijo fingiendo lastima.

- No hay nada que podamos hacer, lo llevan en la sangre.

Klaus negó con la cabeza.

- No nos hemos visto desde los 50 y nos insultamos unos a otros, que buenos amigos somos.

- ¿Qué más se supone que hagamos? – el conde pregunto – además nos hubiéramos reunido antes si tu no hubieras colocado una maldición sobre nuestra querida pelirroja.

Jen rodo los ojos.

- No me lo recuerdes – dijo la chica, su cumpleaños 17 estaba cerca y todavía no se metía en la cabeza que perdería la vida que había formado como Amanda.

- ¿Cuánto falta para tus dulces 17? – Mitchell le pregunto.

- Unos días – respondió.

- No te vez muy contenta – Bill comento – sueles desear que tu tiempo despierta acabe rápido.

- ¿te encariñaste mucho con ese noviecito tuyo? – Abby le pregunto

- Creí que seguías sin superar a ese Black con el que salías antes de convertirte.

- Deberían ver a su novio – Klaus dijo – es idéntico al chico.

Jen lo miro mal.

- ¿sales con un chico que es idéntico a tu ex novio? – Abby pregunto con lago de diversión

- No solo es eso, el chico es su descendiente – Klaus añadió.

Jen rodo los ojos otra vez.

- Si ese chico era tu alma gemela y ahora su descendiente es igual a él, tal vez sea una reencarnación, tal vez te hayas vuelto a encontrar con tu alma gemela – Bill intento darle ánimos.

- No lo creo – la pelirroja respondió – Arturus y Regulus se ven iguales, pero los dos son tan diferentes, Arturus en público era torbellino, era alegre, no temía mostrar cómo se sentía y tenía la valentía de un soldado, en privado era más calmado y callado, a veces era difícil hablar con él, Regulus es todo lo opuesto se muestra serio y callado, pero cuando lo conoces te das cuenta de que.... Regulus es solo el, es divertido y sensible, puedes decirle lo que quieras el té comprenderá, es cálido y amoroso, muy pasional, el brillo en sus ojos cuando habla sobre algo que le gusta, Arturus jamás lo tuvo, había veces en las que Arturus parecía no comprenderme y se volvía distante, con Regulus no pasa eso, Arturus tenía muchos defectos que no me agradaban, Regulus también tiene defectos, pero en vez de hacerme alejar hacen que lo entienda más, Regulus es perfecto para mí de una manera en la que Arturus no le era.

Después de las palabras de la Slytherin hubo un largo silencio el cual Klaus rompió.

- El baile va a empezar y es mi parte favorita – dijo mientras se levantaba - bailaras conmigo Jen.

No fue una pregunta, fue una orden clara y firme.

La pelirroja se levantó y siguió a Klaus.

- ¿Qué has averiguado sobre Riddle? – le pregunto cuando estaban bailando.

- Nada – mintió la chica – el ya no confía en mí y a pesar de mis insistencias no hay nada que lo convenciera de abandonar la idea.

Klaus asintió.

- Sabes Jen, te llevo conociendo desde hace mil años, se a la perfección cuando mientes, pero dado al poco tiempo que te queda despierta no insistiré en saber qué fue lo que descubriste.

Slytherin¹ | Regulus blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora