XXVI. los años 50.

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Jen entro a la mansión del conde Drácula, a su lado una hermosa mujer muggle llamada Camille.

Saludo a sus amigos (Abby, Mitchell, Bill, Drácula y Klaus) y se sentó a su lado.

- ¿no nos vas a presentar a la hermosa dama que te acompaña? – Mitchell le pregunto.

Jen le sonrió.

- Chicos esta Camille, muggle – aclaro la pelirroja.

Los demás asintieron.

- A veces no entiendo el significado de tus palabras – Camille le dijo a Jen.

- No tienes por qué hacerlo cariño. – los demás la miraron interrogándola - ¿Por qué no vas y nos consigues unas copas de sangre?

La muggle asintió y se fue.

- Creí que no utilizabas los dones que te di – Klaus comento.

- No lo hago, ella hace lo que le digo por voluntad propia, no la obligo a nada.

- ¿Por qué las mujeres más bonitas son lesbianas? – Mitchell se lamentó.

- No debería importarte, tú no tienes oportunidad ni con la más fea – le dijo Bill.

- Solo estoy experimentando – aclaro la pelirroja – si Abby puede hacerlo, ¿Por qué no yo?

- Te recuerdo que cuando lo intente termine en la hoguera.

- Las épocas han cambiado, las hogueras ya casi no se utilizan, además no es como que yo pueda morir.

Camille volvió con tres copas de sangre.

- No tengo tantos brazos como para traer seis copas, pero le pedí al camarero que trajera las otras tres – dijo mientras se sentaba al lado de Jen – es una bebida con un nombre muy raro sin ninguna duda.

- ¿tú no tomas? – Drácula le pregunto.

- A Camille no le gustan las bebidas alcohólicas – Jen respondió y la muggle asintió.

- Pero esto no es alcohol – Drácula respondió, sus ojos se colocaron rojos, miró fijamente a Camille – no recordaras nada de lo que escuchaste o viste esta noche, fuiste a una fiesta normal con Jen y listo.

La muggle asintió, Jen suspiro.

- Creo que sería mejor que nadie terminara en la hoguera – Bill siguió con la conversación como si nada hubiera pasado.

- ¿en que nos afecta? – Klaus le pregunto.

- Son personas inocentes – Abby contesto – no merecen morir por nuestros caprichos.

- Las personas van a morir sin o con nuestros caprichos – Jen respondió y miro a Camille - ¿cierto cariño?

La muggle asintió con una sonrisa.

Estuvieron hablando un rato hasta que llegó el momento del baile.

- ¿no nos dirán nada? – Camille le pregunto a Jen cuando esta la invito a bailar.

- A nadie de aquí le importa lo que hagamos o no – respondió la pelirroja.

- Tus amigos son algo raros – comento la muggle mientras bailaban.

- Todos los somos cariño – Jen le respondió.

- Tienes razón – Camille dejo un pequeño beso en los labios de la pelirroja - a nadie le que hagamos, ¿cierto?

- Totalmente – la pelirroja respondió y le dio otro beso a la chica.

Slytherin¹ | Regulus blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora