Al final del infinito

Cartas desde Yoshiwara

Joven Kamado:

He llegado a casa sin contratiempos, espero que Uzui los esté tratando bien. Tu hermana se encuentra explorando su habitación en estos momentos, Senjuro ha hecho un magnífico trabajo protegiéndola del sol así la joven Nezuko no tendrá que estar en su caja todo el tiempo.

Mi padre se encuentra mejor de salud, mi hermano menor me comentó que desde tu visita cuando aún me encontraba inconsciente no ha bebido como antes. ¡Te lo agradezco mucho!

Espero que los jóvenes Hashibira y Agatsuma también se encuentren perfectamente.

Un cordial abrazo,

R.K.

Tanjiro realmente nunca pensó que Rengoku Kyojuro le escribiría, ya tenía experiencia con Tomioka y Urokodaki, a los que enviaba cartas que nunca eran respondidas, que fuera su maestro el primero en escribirle lo tomó por sorpresa, aunque pensándolo mejor, y conociendo su carácter solo un poco, era una falta de respeto el tan solo dudar que le escribiría si lo había prometido, el muchacho se amonestó mentalmente.

Al ver la elegante letra del pilar de la llama, Tanjiro se avergonzó mucho de la suya, eso tampoco se lo esperaba, cualquiera pensaría que debido a su carácter tan enérgico, Rengoku prestaría poca atención a otra cosa que no fuera el arte de la espada, pero parecía que una vez más Tanjiro se había equivocado, la carta estaba bellamente escrita y aunque su contenido no tenía nada de lo ordinario, los trazos de cada palabra estaban elegantemente definidos y los kanji había sido dibujados casi perfectamente, el chico quería enmarcar aquellas líneas y conservarlas. Por otra parte se preguntaba si había algo que aquel hombre haría mal, "probablemente no" su mente traicionera le susurró, y Tanjiro sacudió la cabeza avergonzado de sí mismo, ya se estaba pareciendo a Zenitsu, bueno, al menos él aun no estaba pensando en casarse con el señor Rengoku, eso sería una total blasfemia de su parte, aunque estaba seguro de que el pilar de las llamas sería un excelente esposo para cualquiera.

•••

Querido Rengoku san,

Estoy muy feliz de oír que llegó a casa sano y salvo, y que su padre esté mejor, me alegro mucho por Senjuro y por usted. Por otra parte, le pido que no consienta mucho a mi hermana, ella es muy astuta (gracias nuevamente por cuidar de ella, sé que le encantará estar con usted y Senjuro). El señor Uzui nos ha vendido como aprendices a diferentes casas de té en Yoshiwara. Hasta ahora todas las señoritas y los dueños del local me han tratado muy bien, el kimono que llevo le quedaría mejor a Nezuko.

Pdta.: Inusuke es una niña muy linda.
O eso me han dicho.

K.T.

Kyojuro recibió respuesta a su carta un par de días después, el joven Kamado era muy diligente después de todo y muy responsable también, le dio mucha gracia ver cómo le advertía sobre su hermana, pero ¿qué podía hacer Kyojuro? Quizás era por su hermanito, pero el pilar de la flama tenia un corazón muy suave en lo que se refería a los animales pequeños y los niños, ¡simplemente no podía defenderse! Además, Nezuko y Senjuro eran niños muy bien portados, eso les sumaba puntos con él, así que si eran tan buenos y obedientes ¿estaba mal consentirlos un poco mientras pudiera? Kyojuro no lo creía de ese modo, así que hizo caso omiso a esa parte de la carta sin dejar de sonreír. Siguió leyendo con atención, a Uzui realmente se le ocurrían las ideas mas raras... bueno, al menos tenia una idea del tipo de "infiltración" que estaban llevando a cabo. La vida de un cazador de demonios es una vida llena de sacrificio, a veces había que sacrificar la propia vergüenza por la causa... solo esperaba que a sus jóvenes aprendices les fuera lo mejor posible, sobre todo al chico jabalí.