Ese día se habían levantado como de costumbre, los hermanos Rengoku los esperaban en el comedor con un delicioso desayuno ya servido, solo habían transcurrido dos semanas de su entrenamiento "serio" con el Pilar de la Llama y ya Zenitsu estaba muerto. Al menos no habían tenido que ir a patrullar la noche anterior asi que el chico rubio pudo quedarse durmiendo, que tortura nueva tendría preparada Rengoku hoy para ellos solo podía adivinar, el pilar se veía bastante contento esa mañana... eso no le gustaba a Zenitsu.
Presentía que su pobre cuerpo no aguantaría. Si tan solo sus compañeros se quejaran un poco... quizás su opinión llegaría a oídos del pilar, pero no, allí estaban los dos cabezas huecas, muy animados y contentos como si justo ayer no hubieran tenido que subir diez veces a un cerro, cargando cubos de agua, sin que se les derramara una gota, ¡los cubos tenían líneas pintadas para medir la cantidad de agua! El por qué un pilar se tomaría el trabajo de pintar unos cubos solo para hacerles la vida miserable escapaba la comprensión de Zenitsu.
Aparentemente "los árboles de la parte superior de la montaña no estaban recibiendo la suficiente cantidad agua". Luego de eso se habían pasado la tarde dándose "espadazos", con un tubo, de hierro macizo, en el caso de Inusuke con dos, cada barra de metal pesaba según él más de 20 arrobas. Eso habían hecho toda la semana. Y patrullar, claro. Al menos aun a él no le había salido un demonio, Tanjiro e Inuske habían despachado a un par en sus respectivas zonas, y Rengoku malinterpretando su alivio por ansiedad, le había dado palmaditas en la espalda diciéndole que no se preocupara, que ya le iba tocando encontrarse alguno. Ahora sí que tenía ansiedad, pero no por lo que el pilar pensaba. ¡él no quería encontrarse ningún demonio!
Al menos la comida era deliciosa, tenía su propia habitación y las tardes eran entretenidas, podía jugar shogi con Senjuro, o salir a entretenerse en la cuidad si le quedaban fuerzas, ¡incluso podía tener "citas" con Nezuko chan!, o lo que más bien era cuando los tres chicos se iban de paseo a la cuidad con Senjuro y Nezuko cuando caía el sol, la chica salía de su caja y lucia sus vestidos nuevos, cortesía del Pilar de la Lama, Tanjiro se había horrorizado, ¡él no podía pagar todo eso! a lo que su maestro le había respondido con una risa despreocupada que Nezuko era su aprendiz también, hermana de su querido tsuguko y sobre todo ¡ella era una jovencita! ¡Todas las niñas debían tener vestidos bonitos! Zenitsu ni siquiera podía sentirse celoso, el pilar había comprado cosas para ellos tres también. Podía quejarse del entrenamiento, pero no de su vida fuera de él, así que el usuario de la respiración del rayo se preparó mentalmente para cargar más agua hoy. Pero como nada puede salirle bien, la vida, o más bien su maestro tenía otros planes para él.
- ¡Buenos días! - Exclamó el pilar con su característica energía.
- ¡Buenos días Aniki! - respondieron los tres chicos, mientras se sentaban a la mesa.
- ¡Les tengo buenas noticias! ¡Umai! - no pudo evitar comentar Rengoku Kyojuro al probar el primer bocado - han completado con resultados excelentes su entrenamiento de la semana pasada. Es hora de probar algo distinto. ¡Umai!
- ¿Qué haremos ahora Aniki? - preguntó Tanjiro, Zenitsu lo miró de reojo, últimamente su amigo estaba de muy buen humor "¡¿por qué estas tan contento idiota?! ¡Si seguimos así vamos a morir!" dijo para sus adentros.
- Si que haremos hoy?! ¿Vamos a matar algo?! - dijo Inusuke sin dejar de tragar como el bestia que era.
- ¡No! ¡No mataremos nada! - contestó el pilar - ¡Umai! ¡Coman y les muestro!
Bueno, al menos no iban a cazar demonios...
°°°
- Aniki, esto es...-
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Al final del infinito
FanfictionCuando Rengoku Kyojurou despertó, el sol se elevaba por el horizonte, una sensación cálida lo invadió al observar a quienes lo rodeaban: ¡los jóvenes cazadores estaban bien! Kyojurou estaba realmente muy feliz. Si ellos habían sobrevivido, si nadie...