La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️

🔸Capítulo 1🔸

1 EL PRINCIPIO

Soy Violet. A mis padres les pareció adecuado nombrarme como mi abuela, ya que nací justo el día de su cumpleaños. Y no puedo estar más conforme con eso. Mi abuela es un gran ejemplo de determinación, superación y amor incondicional.

La he admirado desde siempre, como ella, sé lo que es perder a un gran amor, en su caso fue a su esposo y más grande amor; mi abuelo. En mi caso, perdí a mi primer amor, a la corta edad de 6 años. Mi papá, su hijo. Esos 6 años fueron suficientes para yo conocer el máximo esplendor del amor y también el máximo esplendor del dolor. Cuando murió sin previo aviso, a causa de un virus desconocido.

Fue pintor, y uno de los mejores según sé.

Por su puesto que no nos dejó solos, se encargó de mandarnos un nuevo padre, y un nuevo amor para nuestra madre. Y sí, hemos sido muy felices.
Por si se lo estaban preguntando.

Acabo de cumplir los 17 años, y la tradición de nuestra sociedad dicta que esta es la edad justa en la que dejamos de depender de nuestros padres, y empezamos a depender de nuestro marido.

Hoy fue mi presentación en el mercado matrimonial londinense. Y esta mañana estaba segura de que nada cambiaría con mi presentación en sociedad. Incluso, le dije a mi madre que no me importaba no ser elegida como la señorita más sobresaliente y según el criterio de los expertos la incomparable de toda la temporada, la señorita perfecta y lista para ejercer como una dama en la sociedad.

Pero no solo no me importaba ser la incomparable, sino que no lo quería.

Siento la tibia mano de mi madre en mi hombro y me hace volver a la realidad. —Tenemos que volver a casa querida.

Eso me recuerda lo mucho que no quiero estar ahí.

"Si tan solo mis padres supieran que ayer estuve a punto de escapar de casa, para no volver jamás."

Amo a mis padres, no me malinterpreten, y a toda mi familia por su puesto, pero... esta vida en sociedad, amarrada a los altos estándares, impuestos por hombres, por su puesto...

Hombres que no son capaces de cumplir ni con la mitad de nuestros estándares.

Solté un bufido involuntario de camino a casa.
—¿Te pasa algo Violet? No has dicho nada desde el momento en que fuiste presentada. —mi madre me miró con curiosidad, y no la culpo, tenía toda la intención o de pasar desapercibida. Pero para mi desgracia no fue así.

¿Será que le puedo decir que no quiero estar en sociedad y que lo que realmente quiero es irme a cualquier parte del mundo, donde me permitan aprender Medicina?

"No, no puedo"

Me encogí en mi asiento y le sonrío, su mirada me dice que está orgullosa de mí, y ni siquiera sé qué es lo que he hecho para merecer eso.

—No madre, me siento bien, solo estoy un poco nerviosa. No me esperaba tal nombramiento.
—¿Es fantástico no lo crees Vi.? —su sonrisa no podía ser más grande.

—Si eso creo. —mentí —Aunque, tal vez se den cuenta pronto de que cometieron algún error. ¿No estoy obligada a casarme esta temporada o sí? —dijo dirigiendo mi mirada a la de mi padre, podrán llamarme manipuladora, pero es la única arma que tengo, mis ojos. Son como los de mi papá de un color azul grisáceo. Amo tener algo de él. Siento que lo miro a él cuando frente al espejo me pierdo al contemplar esos dos pequeños círculos que tengo como ojos.

"Tengo que intentar, que al menos me den la opción de elegir que hacer con mi vida."

—Por su puesto que no. —mi mirada funcionó porque la voz que respondió fue la de mi padre. —Violet, tú sabes que tu nombramiento no cambia nada ¿verdad?, tal vez se nos llene la casa de pretendientes a partir de mañana, pero la decisión siempre será tuya.