🔹Capítulo 5🔹

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LAS REGLAS

Pov Erick

—Erick, ¿puedo llamarte Erick verdad?— el padre de Penélope me citó esta mañana en su casa. Y puedo imaginarme por qué. Anoche no sé cómo pude aceptar lo que me pidió su hija. ¿Enseñarle medicina? Debo estar loco. Estaba seguro de que lo que me estaba pidiendo era una completa estupidez, pero terminé seducido y completamente embrujado por sus hermosos ojos grises y aquí estoy sentado en su salón con sus padres frente a mí y la bella y perversa princesa pelirroja en medio de ellos.

—por su puesto señor —le respondo apenas me doy cuenta de que está esperado mi respuesta desde que me perdí en mis pensamientos.

—sabes Erick, me pregunto que hace un heredero al condado ejerciendo una profesión, sin duda una muy noble de tu parte, pero, ¿es que acaso pretendes renunciar a tu título? —me mira con una ceja enarcada pero al mismo tiempo una sonrisa torcida en su boca. Si soy sincero no sé en qué momento caí en esta red. No sé cómo termine aquí a solo días de haber llegado a la ciudad.

Enderezo mi postura y después de aclarar mi mente, aclaro mi garganta para responder.
Hasta ese momento había hecho todo para evitar la mirada de la princesa pelirroja, pero su mirada me estaba quemando. Miro en su dirección cuando le respondo a su padre.

—señor si me permite, mis razones para estudiar medicina, son personales. Pero respecto al condado, le aseguro que soy un hombre responsable y comprometido con mi linaje y mi destino. —mis ojos siguen en ella y puedo ver perfectamente cómo sus ojos saltan de mis ojos a mis labios y de regreso.

"Dios! Ella puede desnudarme el alma con la mirada y estoy seguro de no poder poner resistencia"

—ya veo, pues te felicito muchacho. No todos los días se conoce a un hombre con tu gran corazón y coraje. Tienes la vida resuelta y aun así eliges ayudar a las personas ejerciendo una profesión. —sus palabras me hace regresar mi mirada a él. Y que bueno por mi propio bien y por el de ella.

—sí, es verdad padre, y aún más, el señor aquí presente, accedió a enseñarme medicina —la voz de la princesita suena feliz con su sonrisa todo se ilumina. Miro toda la ilusión en sus ojos.
Si soy un poco inteligente debería salir corriendo de aquí antes de estar completamente perdido y cumpliendo su completa voluntad en solo uno par de días.

—sí, sobre eso. Yo... —empiezo a hablar dirigiéndome a su padre.

"Su mirada es igual que la anoche. Esta loca me está manipulando con su mirada como no me di cuenta antes".

—yo quisiera decir que no creo que eso sea posible. —logro decir desviando la mirada de sus ojos.

— a no? Entonces nuestra hija nos mintió? —me pregunta con gesto alarmante en su rostro. No tiene cara de ser un mal padre y mucho menos abusivo, pero la sola idea de pensar en que puedan castigarla me hace querer recibir 100 latigazos en su honor.

—por su puesto que no, señor. Lo que quiero decir es que, solo tengo una semana en la ciudad y —carraspeo dándole tiempo a mí mete para encontrar una excusa. —quiero abrir mi consultorio pronto.—le explico dando a entender que no cuento con el tiempo para pasar cada día de la semana unas horas al día viendo a su hermosa hija, preguntándome cualquier cosa y yo resolviendo sus dudas e inquietudes, siendo su héroe. Aunque en realidad me muero por hacerlo.

La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora