🔸Capitulo 17🔸

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LO QUIERO

¿Acaso es un idiota? No encuentro otra razón para abandonarme... bueno a Londres y a su consultorio y nuestras clases y... y... a mí...

Maldición. Mi almohada no tiene la culpa pero esta a punto de recibir toda mi frustración.
Grito en ella y la golpeó cuál sacó de boxeo.

Esto no puede ser... ¿Por qué me afecta tanto Dios mío por qué?

No me di cuenta cuando mi madre entró en mi habitación hasta que ya era muy tarde para ocultar mi estado.

—que pasa contigo cariño? Desde que cruzaste la puerta mire la angustia en tus ojos. No quise molestarte, pero es evidente que algo te pasa.

Niego con la cabeza incapaz de articular palabras. Pero si puedo rendirme en los brazos de mi madre. Y eso hago. Me acurruco en sus piernas y dejo que me envuelva con su cariño.

—sshhht. Tranquila todo va a estar bien.

—no puedes saberlo.

—todo tiene solución en esta vida Violet, excepto la muerte.

Me limpio la nariz con el dorso de mi mano. Me aclaro la garganta porque es tan fuerte lo que siento que necesito compartirlo.

—se va a ir. —solo digo eso y mis lágrimas vuelven a salir.

—quien cariño?

—Erick, se irá de Londres muy pronto me abandonará, como si no significara nada.

—te preocupa el hecho de que deje de enseñarte no es así?

Asiento con la cabeza, aceptando la mitad de la verdad, la otra mitad aún no puedo comprenderla. No solo me duele que me dejemos a la mitad los estudios, me duele que me deje para siempre.

—si tanto te importa podemos enviarte a Bath una temporada, Estoy segura de que la tía Georgie estará encantada de que les ayudes en su consultorio.

La idea no es para nada mala de hecho es muy buena, pero solo me causa más dolor. No quiero irme a bath, no quiero otro maestro. Lo quiero a él. Quiero a Erick.

Me encojo de hombros. No puedo confesarle a mi madre lo que recién puedo reconocer para mi misma.

—que pasa mi niña? Sé que hay algo más.

Las lágrimas no dejan de salir de mis ojos, casi puedo sentir que me falta el aire. Y no recuerdo la última vez que me sentí así.

—cariño!! ¿Estás bien? El color de tu cara se pone cada vez más rojo. —se lleva las manos a la boca y sale corriendo al pasillo dando órdenes que no escucho.

La sangre que bombea con fuerza en mis oídos me nubla la vista y cuando estoy por caer, los brazos de mi padre me ayudan a quedar acostada en mi cama.

No es como si perdiera el conocimiento, solo siento que mi cabeza bombea demasiada sangre y me dificulta mantener los ojos abiertos. El cuerpo lo siento de una tonelada y a la vez como si pudiera flotar si quisiera.

Todo es culpa de Erick. Lo odio. Lo odio. Lo odio. Por abandonarme, por hacer que me encariñe con él para después olvidarme como un trapo viejo.


No siento que pase mucho tiempo cuando la voz distorsionada de hombre en cuestión entra por oídos.

Siento que coloca algo frío en mi pecho supongo que es el estetoscopio.
Después toma mi pulso y sin más dejo de escuchar las voces de fondo.

—no puedes hacer esto princesa...

La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora